■AU MODERNO!■
★---> "Escondida debajo de la cama, con mi cuerpo indefenso y lleno de morirdas, rogando que aquellos depredadores no me encuentren y me hagan daño"
♥︎Donde Akari fue adoptada por la familia Hantengu, sin embargo, no contaba con el inf...
Tú y Leah se miraron con confusión, ¿que era lo que estaba pasando? Ninguna de las dos lo sabía, quizás había llegado alguien sumamente herido y lo estaban atendiendo.
Pero, aún así Leah te levanto de la camilla.
— Ven, vamos a ver.
— Seguro solo es una persona corriente. —mencionaste, pero la mayor no te hizo caso, camino hacia la puerta de salida donde la abrió y camino hacia una enfermera, no tuviste más opción que seguirle el paso.
— ¿Que pasó? ¿Quien llegó? —preguntó, la enfermera las miró antes de que su expresión cambiara a una preocupada.
— Llegó un chico, a quien encontraron con una apuñalada en su pecho..casi muere, según dice el, Sekido lo apuñalo. —si, te quedaste petrificada ante esas palabras.
— ¿Podemos verlo? — pidió Leah.
— Si no son familiares de él lo lamento mucho, pero no pueden. —negó con la cabeza.
Te quedaste callada, antes de mirar como metían al chico a una clínica, entonces tomaste del hombro a la mayor.
— ¿Cual es su nombre? —encuestaste.
— Zohakuten Hantengu.
[••••]
— Akari, ¿porque saliste corriendo de esa forma?! —Leah te pregunto mientras te seguía.
Después de que aquella enfermera dijera ese nombre, ese nombre que era el que menos querías escuchar no pudiste evitar salir corriendo de vuelta a tu camilla, mientras tú corazón empezaba a latir del miedo de forma insoportable.
Una vez dentro, te dejaste caer en tu cama y te tapaste con la manta todo, todo tu cuerpo, algo que dejó confundida a la mayor quien trato de quitarte esta de encima pero tú no te dejaste.
— Akari.. —no pudo decir otra cosa cuando te escuchó sollozar. — ¿Es..Estas llorando? Zohakuten es el hermano de-?
— No los nombres. —de repente, te quitaste la manta, te levantaste y miraste a Leah, quien se sorprendió al verte con los ojos llorosos y casi todo tu cuerpo temblando. — ¿N-No lo entiendes? El, es uno de los que casi abuso de mi...no lo hizo, pero trato más de dos veces, incluso 10 creo yo. —frunciste el ceño. — Y el hecho de que ahora esté aquí....
Te quedaste callada, la verdad Esque no encontrabas las palabras para explicar lo que sentías, Leah se agachó a tu altura y te tomo del hombro esperando una explicación.
