Capitulo 36

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Risas, aplausos y eventos sociales.

Si sabia o por lo menos tenía noción respecto a las reuniones de bienvenida que suelen hacer de manera cultural en Corea para hacer sentir cómodos y aplaudir el desempeño de los talentos en su primera semana o primer mes de trabajo.

Pero... Aunque es estúpido que lo piense, no sé si estoy sentada en esta mesa por mi desempeño en la empresa o como la amante de mi jefe.

No me voy a reprimir por eso, la verdad es que si no quisiera hacer esto no estaría entrando a la oficina de Park cada que mis hormonas me lo piden, igual él. Esta última semana en al ámbito sexual ha sido increíble, no puedo quejarme de nada respecto al trato de Park porque realmente ese hombre es todo un Dios —Tanto en la cama como fuera de ella— Su trato hacia mí cambió drásticamente y, aunque no me quedó muy claro cual era su propuesta, me gusta, en verdad me gusta la adrenalina que estoy sintiendo con él, incluso sabiendo que esto va a terminar jodidamente mal.

—¿Señorita Rodríguez? —Llama mi atención uno de los talentos de recursos humanos.

Porque esa es otra, según las leyes laborales coreanas todo trabajador debe ser reconocido por tus fortalezas y destrezas así que es obligatorio llamarlos "Talentos" en lugar de colegas, trabajadores, o lo que sea.

El choque cultural que tengo entre Venezuela, Estados Unidos y Corea es muy fuerte, a veces incluso olvido el español, tiendo a matarme intentando recordar la calle donde vivía, el nombre de mis vecinos, casi todo lo he empezado a olvidar y necesito esforzarme para que vuelvan a mí.

Eso me ha hecho sentir de la mierda.

Hace días no sé nada de mis padres, según mi hermano parece haber apagones eléctricos y las señales han colapsado; hablar con ellos se ha hecho imposible, la zona horaria me mantiene despierta cuando ellos duermen y viceversa.

Me desequilibra mucho no saber si mi padre está bien, escuchar su voz llamándome "Mi princesa" adoraba que me llamara de esa manera, extraño escucharlo aún de adulta, en verdad lo extraño muchísimo y estoy intentando no quebrarme en medio de estas personas.

Quiero volver a escucharlo para estar en paz.

—¿Amelia? —Vuelvo a escuchar que me llaman y levanto la vista. —¿Estás bien? —La voz de Meredith me trae a la realidad nuevamente y asiento para que los demás no se enfrasquen en mí.

Los meseros empiezan a surtir cervezas a las mesas, por la cantidad de gente que hay, parece que se unieron muchos más talentos que solo los que ingresaron este mes.

—Oliver todavía necesita una secretaria ¿Eres consciente de eso? —Me susurra Meredith. —¿Qué carajos hicieron Park y tu con esa chica?

—Corta la maleza. —Respondo tomándome un sorbo de cerveza y arrugando la boca al sentir lo tibia que está. —La prefiero fría, no sé como pueden. —Inquiero señalando a los demás.

—Aunque salgas de Venezuela, Venezuela no saldrá de ti. —Dice Meredith riendo.

—La cerveza se toma fría y punto. —Concluyo dejando lo que queda de cerveza en la mesa. —Cuando se calienta se suele tirar o echar a un guiso, los coreanos nos quieren purgar.

—No insultes su país. —Bromea.

—Hace días me preguntaron que de donde era y cuando dije Venezuela ¿sabes lo que me dijeron los coreanos? —Parezco ebria pero solo entré en nota. —Que la arepa es colombiana.

Meredith revienta en risas que se escuchan por todo el restaurant y todos los presentes voltean a mirarla. —Si es.

—No es. —Protesto poniendo los ojos en blanco.

Mr. Park © #PGP2024Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα