5 - No es nadie, sólo un fan un poco pesado

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Taylor

Llevaba diez minutos esperándolo cuando lo vi caminar a lo lejos. Camiseta blanca. Vaqueros negros y ajustados. Converse negras. Chaqueta de cuero. Gorra y gafas de sol aunque el cielo estaba totalmente encapotado. Y a pesar de todo, fui capaz de reconocerle entre los cientos de rostros que vienen y van en la puerta de la estación de tren donde habíamos quedado.

Encima que me ha dicho que no llegase tarde ha sido él quien me ha dejado diez minutos esperando. Es sin duda la persona con la cara más dura que me he encontrado en el camino.

Se acerca con decisión hacia mí y yo, en un intento de disimular las ganas que tengo de que llegue hasta donde estoy, comienzo a mirar mi instagram.

Carraspea. Cuando llega a mi altura, Nicholas carraspea. Y yo levanto mi mirada hacia la suya, o eso creo, porque sus gafas de sol son muy oscuras y no le veo los ojos. Dios, así a primera vista, su boca es aún más apetecible que a como la recordaba. Sonríe al instante y a mí se me olvida cómo es que se respira por algunos segundos. Nicholas sonríe de una manera tan auténtica y jovial que de pronto ilumina el gris del cielo o quizás sea yo, que me he quedado embobado mirándolo más tiempo del estrictamente necesario y educado.

Lo miro y me reprocho como es que he podido olvidar con nitidez lo perfecto de su rostro. Sus labios que parecen cincelados por el mejor escultor. Su mandíbula cuadrada. El lunar de su labio y de su barbilla. El corte en la ceja, totalmente premeditado; no es una cicatriz, que va. Es algo que se ha hecho él, estoy seguro. Y el caso es que le queda de puta locura. Y ese pendiente. Ese pequeño aro plateado que le cuelga de la oreja. Ese jodido pendiente tiene algo.

Se te va la puta olla si lo observas más de cinco segundos.

- Vaya, me ha costado reconocerte con ropa - dice con tono divertido - estás muy guapo, si señor. Y eso que habías dejado el listón muy alto vestido tan sólo con tu boxer negros y tu principio de erección.

Mira de verdad. Este tío, ¿de qué palo va? Me confunde. Me confunde muchísimo. A estas alturas y yo sigo sin saber si me habla en serio o en broma. Y me estresa... no tener la certeza de algo me estresa mucho.

- ¿Qué? - pregunta bajándose las gafas de sol chocando directamente con mis ojos; mi boca no está abierta de par en par de milagro - ¿tú puedes mirarme de arriba a abajo y yo no puedo, o qué?

Me cago en la puta. Me ha pillado de lleno.

- No te he mirado de arriba a abajo.

- Claro, y yo soy Harry Styles - bromea - ¿lo conoces? Somos amigos. Bueno, quizás conocidos. El caso, que te he pillado baby. Apuesto a que sabes hasta el color de los calzoncillos que llevo gracias el escáner que me has dado.

- No te la creas tanto; sólo me aseguraba de que eras tú. Llevo diez minutos esperándote - intento cambiar de tema.

Echamos a andar en dirección a la cafetería que Nicholas había propuesto. Yo simplemente me limité a seguirle con paso despreocupado cuando en realidad, me mataban los nervios y la incertidumbre de no saber qué estábamos haciendo. ¿Qué hago yo aquí con este tío? Pero entonces él gira la cabeza y me hace un gesto con ella indicándome que entre y yo lo sigo. Lo increíble de todo aquello es que en los apenas diez minutos que tardamos en llegar a la cafetería, él no ha parado de hablar ni un sólo minuto. Monólogo tras monólogo. Es incansable. ¿Y su voz? Una jodida maravilla, no puedo parar de escucharla.

My own symphony || TAYNICK || Taylor Zakhar y Nicholas GalitzineWhere stories live. Discover now