Izuku Midoriya está enamorado de Nejire Hadou pero no sabe cómo acercarse a ella. Para su suerte en particular, sus amigos tienen una serie de pasos efectivos para ayudarlo a conquistar su corazón.
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— 06 — Eijiro Kirishima.
— ¿Días movidos?
Izuku levantó la mirada del escritorio donde anteriormente reposaba al escuchar aquella voz. Con su vista cansada rebuscó entre el aula vacía de la academia hasta divisar una silueta que se encaminaba hacia él.
— Perdón por hacer que te quedarás hasta estas horas, Kirishima.
— No te preocupes, cuando un bro necesita ayuda de su bro, siempre será mi responsabilidad estar ahí. —Eijiro sonrió con orgullo observando a Izuku. — ¿De qué querías hablar?
Izuku sonrió nerviosamente mientras se incorporaba de pie. — Se trata de chicas.
En un abrir y cerrar de ojos, Eijiro se encontraba junto a Izuku rodeando su cuello con su brazo. Vestido con un traje blanco, un par de gafas oscuras y acompañado de música de saxofón que misteriosamente sonaba de fondo.
— Hiciste bien en buscarme, Izu-bro. —Eijiro mencionó con una voz extrañamente sensual.
— ¿C-como carajos hiciste para...?
—Shh... —el chico de cabello rojo irrumpió a Izuku colocando su dedo sobre los labios de este. — No es momento de buscar explicaciones. Es momento de hablar sobre féminas.
Eijiro arrastró a Izuku hasta postrarse frente a la pizarra del aula con un movimiento lento, sutil. Como si ambos estuviesen bailando en la discoteca a un ritmo suave.
— De todos los que me han ayudado hasta ahora, eres el más extraño. —Izuku mencionó. — ¿Y cómo es que funciona la música de fondo? —genuinamente el chico tenía esa duda.
— No es que sea extraño, Izu-bro, es que no todos tienen mi... —Eijiro observó directamente a la esquina del aula de manera sensual y provocadora como si de romper la cuarta pared se tratase. — Estilo~. —guiñó el ojo y se mordió el labio con delicadeza mientras hacía una pose dramática.
Izuku suspiró de manera derrotada dejándose llevar por el estilo único de Kirishima. Le contó sobre sus avances y técnicas de seducción implementadas que fueron sugeridas por sus amigos. Kirishima, quien atento a lo que Izuku decía, anotaba sobre la pizarra algunos consejos (obviamente haciendo poses y gestos dramáticos).
— Y dime, ¿ya diste tu primer beso? —Eijiro preguntó atento a la respuesta.
— Eh, la-la verdad es que aún no... —Izuku respondió con una ligera sonrisa nerviosa y de vergüenza.
