La chica que soñaba enamorarse

16. Ejercicio y helado de galleta

Era sábado y por alguna razón tenia ganas de salir a correr. Me vestí con ropa deportista, la cual tenia casi sin usar, me puse el calzado adecuado y me peine con una cola alta.

Baje y mis padres estaban allí desayunando tranquilamente al mirarme ambos se consternaron.

—Voy a correr—Dije y me senté en la mesa, ellos mi miraban incrédulos aun sin decir nada ¿tan raro era que yo hiciera ejercicio?

—¿Tu?—Me dijeron ambos al unisono con duda.

—Si, ¿Que tiene de raro?—Ambos se miraron y asintieron sin decir nada mas.

Al terminar de desayunar, me despedí de ambos y me salí a realizar mi cometido.

Comencé a correr ya afuera pero la promesa de seguir así un buen trayecto termino por apagarse. Al poco tiempo (minutos(bueno segundos)), deje de correr para comenzar a caminar hacia un destino que aun desconocía.

Metí mi mano en el bolsillo de mi pantalón y me encontré dinero. Era tan bonito cuando me pasaba eso.

Ya con dinero, ahora si sabia a donde iría la heladería. Continué caminando hacia mi ya conocido camino. Al llegar entre y me compre un helado de galleta, lo pague y me dirigí hacia la salida.

Salí a correr y termine comiendo un helado, eso si que esta bien.

Me encontraba tan inmersa en aquel pensamiento que no mire por donde iba, no fue hasta que choque con alguien que regrese a la realidad.

—Lo siento—Dije disculpándome.

—Hola, Yeral—Me dijo aquel muchacho ojiverde que ocupaba la mayoría de mis pensamientos.

oh no.