Sinners [one shoots]

cheerleader

omegaverse

LT|HB

—Alfa, Dios.— Harry gimió bajito, y Louis sonrió arrogante antes de entrar en él de una embestida.

1 hora antes

Harry estaba ansioso. Bah, el ansioso era Louis, que estaba al borde de matar a alguien, y su nerviosismo se lo pasaba a él, haciéndolo querer subirse por las paredes del puro colapso. Pero respiró hondo y trató de calmarse. Lo último que su alfa necesitaba era oler su preocupación.

Louis respiraba fuerte, agitado, sintiendo cómo su cuerpo parecía volar de fiebre. Estaba transpirado, enojado y frustrado, pero al partido le quedaba todavía un tiempo. Tenían que ganar.

—¡Vengan acá!— Los llamó fuerte, furioso, conteniendo su voz de alfa de pura suerte.— ¡Ya!

—Tomlinson, no…—

—Este desastre también es tu culpa.— Le reclamó f
enojado al nuevo entrenador, sabiendo que iba a arrepentirse al otro día. Pero era cierto, mierda, ese inútil había agarrado un equipo prácticamente de élite para llevarlo a la ruina.— De mi equipo me encargo yo.

—Bueno, bueno, nos vamos calmando.— El segundo en la línea de mando intentó meterse por la paz, pero Louis giró la cabeza al segundo de escucharlo, mirándolo con el mismo odio.— Queda un tiempo todavía, si no queremos quedar fuera del campeonato hay que ganarlo.

—Muy perspicaz de tu parte, sí, una deducción brillante.— El alfa contestó ácido, dando un paso atrás.— Mi equipo, acá.

—Louis…— Pero tuvieron que cerrar la boca cuando todo el equipo se volteó a él. Sabiamente callaron, no iban a ponerse a doce alfas enojados en contra.

—Esta no es la primera vez que damos vuelta esta mierda.— Habló con voz fuerte, tomando el mando.— Estuvimos practicando para esto, ¿bien? Luca, te quedas en el banco haciendo los cambios.— Señaló a un alfa que hacía muecas de dolor.— El resto sabe qué hacer. Esto se termina hoy.

Harry suspiró de lejos, debatiéndose. Se miró, su uniforme reglamentario de animador, de pantalón largo y top, y miró su bolso donde sabía que tenía su short suelto e indecente de entrenamiento, ese que Louis disfrutaba de ver… en privado.

—Necesito que cambiemos la rutina para que ganen.— Se giró a la capitana, una omega preciosa que le sonrió al segundo.— Y me tengo que cambiar.

—Omega sucio.— Se rió, ya imaginando lo que iba a hacer.— Es por una buena causa.

—Dios, qué vergüenza.— Se quejó con una risa, pero corrió a sus cosas y sacó el short rojo y negro, igual que su uniforme. No perdió tiempo para correr abajo de las gradas y cambiarse ahí, no iba a perder tiempo yendo al baño.