hopelessly devoted to you | paul lahote

13

Estaban en una noche de fogata, o bueno, una reunión de consejo como le había dicho Paul que se llamaban, y al ser impronta del beta de Sam que era el alfa, estaba obligada a ir, bueno, le había pedido amablemente que fuera a cambio de que pasaría toda la noche con ella y ella había aceptado.

Desde que el día que Bella había ido la ultima vez a la reserva, Paul y los lobos estaban dando mas guardias y habían aumentado las vueltas por el pueblo, Paul hablaba de ello muy poco porque no quería que ella se preocupara, pero aun con ello, cuando llegaba le contaba lo que había hecho y trataba de descansar a su lado, ella le ayudaba a no preocuparse mucho de su labor como lobo y de su tarea y trabajo en la escuela de mecánica.

—¡Jake! —Seth corrió a verlo llegar con Bella.

—Paul, tengo frío. —Charlie frotó sus manos entre si.

No era consciente de que en el bosque, haría más frío y olvido llevar sus guantes.

—Ven. —la apego a su cuerpo y tomo sus manos para calentarlas. —Estas helada, ¿siempre pasa esto?

—Te dije que era sumamente friolenta, además que por ansiedad tiende a fallar mi oxigenación y el frío de ahora no es de mucha ayuda.

Bella y Jacob se sentaron a unos lugares de ellos y Charlie se limitó a saludarla con un movimiento de mano.

Luego de eso, Billy Black comenzó a hablar contando la historia de la tribu.

Los quileute han sido pocos desde el principio, pero en nuestra sangre siempre ha habido magia, éramos grandiosos espíritus guerreros, proteiformes, se transformaban en poderosos lobos, eso nos permitía protegernos de nuestros enemigos y proteger a nuestra tribu.

Un día los guerreros se encontraron con una criatura, parecía un humano, pero era duro como una piedra y frío como el hielo. Los filosos dientes de los guerreros finalmente los desgarraron, pero solo el fuego los destruyó completamente.

Nuestros antepasados vivían con el temor de que el hombre frío no estuviera solo, y tenían razón. Su muerte desató su venganza contra la aldea, nuestro antiguo jefe Taha Aki, era el único espíritu guerrero que quedaba para salvar la tribu cuando mataron a su hijo.

La tercera esposa de Taha Aki sabía que el perdería, la esposa no era un ser mágico, solo tenía un poder especial, el valor. Su sacrificio, distrajo a la mujer fría, lo suficiente para que Taha Aki la destruyera y fue ella la que con su valor salvó a la tribu.

Con el tiempo, nuestros enemigos se desvanecieron, pero quedan algunos, los fríos, nuestra magia despierta cuando ellos están cerca, y los sentimos ahora, su amenaza en nuestra sangre.

—Algo terrible se aproxima y debemos de estar listos, todos nosotros.

Luego de que Billy Black contara la historia, se quedaron un rato más en la fogata, mientras charlaban y compartían historias.

—Trajimos malvaviscos. —Seth se sentó a un lado de Charlie. —Toma.

—Gracias. —tomó uno entre sus dedos y comenzó a jugar con el antes de comerlo.

—Deberías probarlo asado, es más dulce y viscoso.

—Es por eso que no lo como así, igual, gracias Seth.

—Iremos pronto a la playa, así que debes de ir, irá también toda la manada y sus respectivas parejas, promételo, porque no quiero lidiar con Jake y Paul solo. —Seth la miró.

—Supongo que esta bien, les hare algo de comer para ese día, ¿eso suena bien para ti?

—¡Mucho! Eres la mejor, después de Leah claro.