One-Shots Hophie

𝘊𝘰𝘮𝘢𝘥𝘳𝘦𝘫𝘢

Espero que le guste este fanfic (perdón si estuve sin subir contenido)

Sophie, la primera Nunca con belleza de una Siempre y que negaba su maldad interna, y siempre quería demostrar ser buena con acciones que reflejaban lo contrario al final. Muchos tenían opiniones diferentes sobre ella, la mayoría negativas cuando empezaron a darse cuenta de su verdadera naturaleza egocéntrica, egoísta y cruel.

Y eso muchos lo saben en la Escuela del Mal por su forma de actuar con un estudiante de su misma edad, Hort de Bloodbrock, un chico mitad lobo que al igual que el resto de Nunca es "feo", y que Sophie aprovecha su enamoramiento para sacar beneficios aunque este tuviera que sufrir alguna consecuencia el muchacho.

Ya con el apodo que le puso Sophie a Hort, reflejaba como se creía superior a los demás y más sobre él.

Comadreja.

Cuando llego a la escuela, la primera persona que vio fue Hort y con solo mirar su físico se le vino el animal comadreja, algo que le daba asco y era feo a sus ojos. Así ella lo bautizo como comadreja, para burlarse de él.

Hort conocía el significado del apodo que Sophie le había dado, pero no le importaba que ella lo llamara como un animal repugnante. A pesar de eso, Hort encontraba aspectos positivos en que lo llamara como ese animal, ya que que controlaban las plagas. Aunque Sophie lo viera como una plaga. Cuando ella usaba ese apodo, Hort sentía que ella lo distinguía del resto. Sophie también solía poner apodos, pero solamente a gente cercana como a Agatha, su mejor amiga, y a Tedros, el chico que le interesaba. Por lo tanto, Hort creía que si tenía un apodo (aun negativo), Sophie lo consideraba importante. Después de todo, ella solo ponía apodos a él y a esos dos cuando los veía cercanos.

Entonces se ponía feliz que lo llamara Comadreja.

Por eso, cuando en una clase de la Profesora Sheeck, donde le dio la tarea de en equipo de a dos practicar sobre sus talentos. Se sintió raro, que ella no lo llamara comadreja cuando se acercó a él o cuando en el entrenamiento, fallaba en transformarse en un lobo y quedaba desnudo.

No soltó ningún comentario hiriente, y muchos menos su apodo que lo hacía distinguir, hasta Dot que entrenaba cerca de ellos junto a Reven comentó que era raro.

—Hort—lo llamó como si le incomodara su nombre— ¿Podes ponerte ropa? No quiero verte desnudo, otra vez—le dijo Sophie mirando hacia otro lado para no ver el físico de Hort. Otra vez había fallado en aguantar más de tres segundos en su forma lobizna. Sophie directamente no practicaba su talento especial, se quedaba sentada desde una roca mediana.

Hort. Sophie nunca lo llamaba así, por eso se quedó parado congelado pensando porque no lo llamó por su apodo, no le importa estar desnudo adelante de ella (ya más de la mitad de la clase vio cómo vino al mundo).

—¿Por qué me llamaste Hort?—preguntó el muchacho mirando a Sophie que seguía mirando otro lado.

—¿No es ese tu nombre?

Hort se sonrojó de la vergüenza. Se sentía raro que dijera su nombre, hasta lo hacía sentir incómodo.

—Em... Sí—se rasco la nuca—pero, nunca me llamas por mi nombre. Y me gustaría saber el porque—respondió.

—Porque debería llamarte por tu nombre en vez de un apodo horrible—explicó molesta por la insistencia de Hort.

Hort agarró su uniforme Nunca rasgado y se lo puso para no estar más desnudo. La Sophie que él conoce no pensaría en los demás.

—Es mentira eso.

—¿Y qué sabes sobre lo que digo es verdad o mentira?—cruzó los brazos.

—Porque sé cómo eres—dijo, acercándose aún más—. No comes nada dulce, mucho menos torta, para mantener tu figura. Robas pepinos de la cocina para tus rituales de belleza. Siempre representas una actuación para salir libre de los problemas. Tu color favorito es el rosa, y detestas la suciedad. El perfume que usas es una fragancia sutil de jazmín. Solo tomas té y, en lo más profundo de tu ser, temes la soledad debido a lo que pasó con tu madre.

Sophie lo miró con asombro. ¿Cómo podía alguien conocerla tan íntimamente?. Y más alguien que siempre lo vio por debajo de ella (aunque esa mirada cambio un poco), ni Agatha le diria todas esas cosas que la conoce por más timepo. Hort sonrió nerviosamente y agregó:

—Hay muchas más cosas que sé sobre ti y como reaccionas. Así que dime la verdad, Sophie.

Sophie se debatió entre la curiosidad y la cautela. La roca bajo ella parecía más incómoda de lo habitual mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para responder. Sophie vio la intensidad con la que miraba a Hort a sus ojos. Soltó un suspiró.

—Me di cuenta que eres el único al que puedo contar en esta escuela donde todos me quieren matar, hasta mis propias compañeras—confesó desviando la mirada, dándole vergüenza hablar así de sus emociones—. Entonces, pensé que te sería más cómodo llamarte por tu nombre, no pensé que te ofenderias—volvió a mirar a Hort de forma neutral, no fría o asqueada como antes lo hacía.

Era una avance para el hombre lobo.

—Pero, no me molesta volver a llamarte comadreja. Me estaba costando mucho decirte por tu nombre, la verdad—susurró lo último.

Hort experimentó una extraña mezcla de emociones cuando escuchó su apodo. Comadreja. Aunque inicialmente fue un insulto, pronto, se convirtió una forma de decirle que Sophie lo consideraba un aliado en esa escuela de futuros villanos. Para ella, tal vez era solo un término despectivo, pero para Hort, significaba algo más. Él sintió un revuelo de ranas en su estómago mientras se sonrojaba.

Pronto se escuchó el grito de la Profesora llamando a los estudiantes para que vuelvan a la escuela. Sophie se bajó de la ropa limpiando su uniforme y empezó a caminar, Hort la siguo de atrás pero, se detuvo.

—Ven acá lado, comadreja—señaló a lado de ella.

Hort sonrió y se puso a su lado, aunque Sophie un paso al costado contrario porque no quería estar cerca del mal olor del muchacho.