Era sábado y realmente creí que este día podía relajarme, pero al sonar la alarma a las 6 de la mañana, recordé que tengo clases de inglés dentro de dos horas, y la señorita (me refiero a mí), se demora 1 hora en salir de la ducha. Así que a quien madruga, olerá rico todo el día.
Hacía frío, el clima de Lima por fin volvía a tornarse gris, luego de una larga temporada de un verano infernal, como detesto que el sol me quemé en la piel haciendo que pierda derechos.
"Buenos día, lindo", envío un mensaje a mi novio una vez ingreso al centro de estudio, sabiendo que el chico no me responderá hasta dentro de un buen rato, el día anterior había ido al estadio y en palabras explicitas le había escrito antes de dormir "me quedé sin voz", jamás entenderá el furor que genera el futbol.
Era temprano y estaba algo helado, estaba muy abrigada a comparación de la chica que acaba de ingresar a su aula, que estaba en short y polo. "¿Cómo no se muere de frío?" y encima, estaba abanicándose con las manos, notó que un par de gotitas de sudor le caían por el alrededor de su rostro. Y juzgando a su expresión aliviada al ver que aún no llegaba el profesor, supuso que creyó que no llegaba temprano. "Por eso siempre digo: A quien madruga, todo el día olerá rico" decía su litro de crema corporal untada.
La chica que había captado su atención justo se había sentado a su lado, y como no se consideraba una persona ni introvertida ni extrovertida, le dijo un cordial "hola" con una sonrisa. En cambio, la recién llegada no se esperaba ese saludo, pero también le regaló un sonrisa con otro "hola". Y solo viendo que le respondió de manera agradable, no le fue extraño que en el transcurso de la clase de fueran conociendo, teniendo en cuenta que justo ese primer día de Intermedio 4, los profesores realizaban todo tipo de dinámicas para que los alumnos se integren.
-Tengo 16 años -escuchar eso fue un puñal en su corazón
¿Cómo que 16? Le daba 18 años, si le decía un poquito también le creía.
-Tengo 16 años aunque no parezca -ese fue otro puñal
Yo ya tengo 18 años, estando a nada de cumplir 19, y ella diciéndome que acababa de cumplir 16, me dolía.
-¿Y cuándo cumples?
-En agosto
-Agosto, mmm, Leo, signo de fuego, yo también soy signo de fuego ¿sabes cuál es tu ascendente? ¿tu signo lunar? ¿tu carta astral?
Me quedé pensando, porque si recordaba haber hecho esa cosa por internet una par de veces, pero nunca se memorizaba los datos.
-Ni idea, pero si recuerdo algo de Escorpio...
-¡Escorpio! -me interrumpió -Leo + Escorpio, tienes los sentimientos muy apasionados ¿No es cierto?
Se puso a pensar un rato, pero se rio en respuesta, podía ser bastante cariñosa con las personas que quería. Y ante esa pregunta, revisó rápido si alguien ya se había levantado de su quinto sueño, pero la respuesta fue negativa.
-¿Es tú novio, no? -la chica, que ya sabía que se llamaba Antonella, le volvió a hablar
-Sí -el corazón rojo al lado de su nombre era obvio
-¿Cuánto tiempo van?
-Es reciente, recién cumplimos 4 meses, pero antes de eso hemos salido 3 meses
-Reciente dices, eso ya no es reciente, en mi caso no he tenido pareja. Un chico que me gustó, resultó que era gay
-Auch
-Sí, auch. Y el segundo chico que me gustó...
-También era gay -supuso
-Sí, auch
Las clases transcurrieron sin algún problema, cuando se terminó la hora, se despidieron. Antonella le había caído muy bien.
Ahora solo tenía en mente todos los trabajos y exámenes pendientes de la universidad. Auch.
