XII

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—— ¿Cuántas veces? —— preguntó el menor mientras se ponía de pie y se acercaba al que ahora sabía que era un demonio.

—— Ya no lo sé. —— dijo Enzo mientras sostenía la mano de Matías y seguía sentado en el sofá individual. —— Recuerdo que en unas eras mujer, pero siempre te pierdo, no importa cuántas veces lo intento, siempre te pierdo, pero esta es la única vez que tú sabes lo que soy. Yo solo, por favor no te alejes. ——

—— Enzo o Lucifer. ——

—— Ya me acostumbré al “Enzo". ——

—— Entonces Enzo, puedes que seas un demonio o el dios de los demonios, el rey, como sea, a esas cosas nunca les di importancia, pero para mí, tú has sido el único que me ayudó, Francisco y Juan, nunca supieron nada, yo tenía miedo de decirles, pero contigo fue diferente. El mundo está tan podrido que si yo me enamoro de uno, no hará tanto daño. —— dijo mientras acariciaba los cabellos del mayor que lo abrazaba con fuerza mientras enterraba su cara en el abdomen del menor.

Enzo se puso de pie y sujetando el cuerpo del menor, caminó hasta la cama.

Dejando a Matías en el suelo y quedando frente a frente, el más bajo se dio cuenta de las lágrimas que caían de aquellos lindos ojos cafés.

» No me iré. —— y por más que los dos sabían que aquello no estaba en sus manos, decidieron confiar y seguir.

Matías secó las lágrimas del demonio y luego enredó sus manos en el cuello de Enzo, mientras que el contrario rodeaba la cintura del menor con sus fuertes brazos.

Lentamente los dos se acercaron hasta unir sus labios en un lento beso.

Era un beso suave, calmado y lleno de sentimientos, Enzo no sabía hace cuánto no era besado de esa forma, tampoco era consciente de lo mucho que lo necesitaba, hasta que lo sintió.

Matías soltó un quejido de dolor y se separó del demonio de manera rápida sobándose la comisura de su labio con suavidad.

» Ay, bésame más suave, me duele todo. —— se quejó el menor

—— Te bese suave. —— el demonio salió de la habitación y luego volvió con una botella de alcohol.

—— NOOO. —— grito Matías mientras se alejaba de Enzo.

—— Solo será un poco, ya mañana estarás bien. ——

—— Dije que no, eso arde muy feo. ——

—— No seas cobarde. ——

—— Tu solo me quieres ver gritando. ——

—— Preferiría que lo hicieras de placer. ——

—— Siento que mi virginidad ahora está en riesgo. —— el sonrojo creció en sus mejillas.

—— Ven aquí, solo te dolerá unos segundos. ——

—— Se supone que con esas palabras me convences o como funciona. ——

—— Deja de llorar. ——

—— Y por qué no me curas, cuando me atropellaste ustedes me curaron. ——

—— Yo no puedo hacer eso, mi papá no me lo permite. ——

—— Esteban, él, puede hacerlo, verdad. ——

—— Si. ——

—— Y que esperas. ——

—— Para qué. ——

—— Para llamarlo Enzo, llámalo, decile que venga, que me cure y se vaya. ——

—— Él está con Francisco en este momento. ——

—— Oh bueno, si, eso sería muy grosero. Bueno, entonces me aguanto hasta mañana, pero no me vas a echar alcohol. ——

—— Por más vidas que tengas, siempre eres igual de llorón. ——

—— Pues ya deberías de estar acostumbrado. ——

—— Ajam. ——

—— Qué te parece, si mejor nos acostamos en la cama y nos arrunchamos. —— persuadió el menor, mientras se acostaba en la orilla de la cama y abría los brazos en espera del mayor.

La carne es débil y más para Enzo que desde hace rato quería dormir con su chico.

Tiro el alcohol al piso, con rapidez se quitó sus zapatos y medias, de inmediato sus manos se dirigieron a su saco, el cual lo tiró al piso junto al chaleco, la corbata se dañó ante el tirón que hizo para que saliera más rápido, su camisa tampoco salió muy bien, ya que los botones salieron volando por todos lados ante el tirón, por último fueron los pantalones, que luego de quitar el cinturón cayeron al piso dejándolo solo en boxer.

Matías miró la escena encantado, jamás imaginó tener a un hombre comiendo de la palma de su mano, mucho menos al mismísimo diablo.

Matías se volvió a poner de pie y solo se quitó el jean que tenía puesto, quedando solo en un enorme buzo y boxer.

Los dos ya estaban acostados, se abrazaron y empezaron a repartirse caricias.

Los besos no hicieron falta y las palabras llenas de amor tampoco.

El primero en dormirse fue Matías, quien ante las caricias en su cabeza no pudo evitar rendirse ante el sueño.

El suave colchón le estaba haciendo maravillas a su cansado cuerpo y los brazos de Enzo abrazando lo hacía sentirse mucho más seguro.

••••

—— Te podemos dar una beca. —— decía la directora al joven que se encontraba frente a ella. —— Sabemos que lo que acabas de vivir es muy fuerte, pero tú debes seguir. ——

—— Por más que quiera no puedo, debo encargarme de mis hermanos. ——

—— Es una completa lástima que perdamos a un estudiante tan bueno como lo eras tú. —— dijo la mujer mientras recibía los documentos que le entregaba la secretaria. —— Al estar a mitad del semestre solo te puedo devolver una parte del dinero. ——

—— Lo entiendo. ——

Empezaron a firmar documentos llenos de leyes y políticas.

Por último aquél documento que notifica que Francisco Romero se había dado de baja.

También se le entregó un cheque con el dinero que se le devolvía por no haber terminado el semestre.

» Fue un placer estudiar aquí. —— los dos estrecharon manos a modo de despedida.

Francisco salió de la coordinación yendo directo al estacionamiento en busca de su auto.

Ahora debía ir al banco a sacar todo el dinero que sus padres habían ahorrado para su universidad, cambiar el cheque, vender su auto y buscar un buen abogado que le permitiera quedarse con sus dos hermanos.

Haría lo que fuera para que ellos dos permanecieran a su lado.

••••

Como ando feliz hice una actu.

😜

Soy fanática de la F1 y Lando acaba de ganar su primera carrera 🥺

También quiero comentarle que hay 2 historias más de este tipo en mi perfil.

Las cuales son Tang de uva y Songs O.S

Chaito
Mua ⋋⁠✿⁠ ⁠⁰⁠ ⁠o⁠ ⁠⁰⁠ ⁠✿⁠⋌

Mi lindo demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora