❄️Capítulo 77❄️

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—Sí, lo prepararé.

Siempre le pedía a Rayglen favores, pero no tenía ninguna excusa para recibir ramos porque últimamente no empuñaba la espada.

Sin embargo, tampoco podía ordenarle a Nevid que consiguiera un ramo. Sorprendentemente, solía armar un gran escándalo cuando se desviaba de sus deberes como escolta.

—Gran Duque, creo que el Señor Railda tiene un poco de prisa. ¿Podemos ajustar el horario? —preguntó Shuell mientras colocaba la carta de Railda sobre la mesa.

Shuell deslizó la mirada de la carta hacia Rayglen.

Rayglen estaba concentrado como si estuviera pensando profundamente en algo.

—¿Gran Duque, Gran Duque? —preguntó Shuell, agitando la mano frente a Rayglen.

—Sí, estoy escuchando.

—No creo que el Señor Railda esté bromeando.

—Lo sé. Tal vez deberíamos analizar la situación una vez que finalice el Festival Fundacional.

Con el período acortado en casi una semana, Shuell se estaba impacientando.

Necesitaba algo de tiempo para averiguar dónde enviaría Elina los artículos que pidió en la boutique.

Dado que la carta de presentación fue escrita por la familia imperial, Gorfel seguramente tendría todo listo antes de la fecha prevista.

Shuell se cruzó de brazos y tamborileó los dedos un par de veces. Principalmente, cuando hacía esto, era cuando tenía un problema. Y cuando relajaba los brazos, hablaba para resolver el tema.

—¿Para qué usarás el ramo? —preguntó Rayglen con su voz habitual.

Shuell parpadeó.

—Las personas con las que me encontré hoy mencionaron mucho las flores. He pensado en darle una flor a cada persona.

—No debes abusar demasiado.

—No me canso y no estaré mucho tiempo en la capital, así que es mejor hacerlo ahora.

El ceño de Rayglen se frunció ante sus palabras.

Shuell se encogió de hombros y cruzó ligeramente los brazos.

Rayglen no preguntó más sobre las flores, y cuando llegó la mañana siguiente...

—Un ramo.

Rayglen había preparado el ramo de flores que Shuell le pidió a una doncella.


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La comida, ofrecida por el Marqués de Senderic, fue una típica comida de sobremesa.

—No sé si Su Alteza me recuerda.

El hombre que habló se trataba del tercer hijo del Marqués, Topard Senderic, un hombre sin rasgos especiales. El problema era que él era una de las víctimas mencionadas en los rumores de "Shuell".

—Es bueno verla de nuevo.

—Oh, sí...

—Si hubiéramos participado juntos como compañeros, habríamos tenido buenos recuerdos. Lamento lo de ese entonces.

—Bueno, ocurrieron cosas. No lo recuerdo bien.

Shuell sonrió, fingiendo ser inofensiva.

—Eso podría ser así. ¿Su Alteza el Gran Duque sabe de mí? Creo que debería decirle con antelación para evitar malentendidos.

—Su Alteza no es tan estrecho de mente como para detenerse a pensar en el pasado.

Por lo que parecía, estaba intentando utilizar el pasado como una debilidad.

Shuell se sentó temblorosamente y agarró con fuerza el ramo de flores. En la comida no solo había personas extrañas, sino que la señorita Soleil estaba presente.

Sorprendentemente, parecía que se hablaba sobre un compromiso con el hijo mayor del Marqués de Senderic. Shuell quería detenerlos, pero parecería una entrometida, así que mantuvo la boca cerrada.

Ante todo, fue porque el hijo mayor, Ross Senderic estaba tranquilo en comparación con el tercer hijo.

«Creo que llamaron a la señorita Soleil porque es cercana a mí, pero...»

Debido a que la señorita Soleil tenía una personalidad muy tranquila, no decía nada ni siquiera mientras comía.

—Esto es porque ambos son demasiado cercanos. Si viene más tarde, la trataré con la máxima hospitalidad.

Topard parecía querer que Soleil asumiera un papel activo en la continuación de la amistad.

Originalmente había estado pensando en entregar el ramo como agradecimiento por la invitación, pero dada la situación tendría que cambiar eso.

—Señorita Soleil, ¿visitará el Norte en un tiempo? —preguntó Shuell abiertamente mientras le entregaba el ramo a Soleil.

—Si me invita, iré.

—Si no invito a la señorita Soleil, ¿a quién invitaría? Debe asistir a la ceremonia de boda.

—¡Por supuesto! ¿El Templo ha fijado una fecha?

Rápidamente el rostro de Soleil se iluminó.

—¡Escuché que usted y el Sumo Sacerdote son bastante cercanos, por lo que seguramente se fijó una fecha antes de lo esperado!


La villana cautiva al Gran DuqueWhere stories live. Discover now