ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 20

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Solo así ambos se permitieron llorar juntos; él por perder a su verdadera madre y ella por perder a la mujer que la había acogido entre su familia y amado como a una hija. Por el rabillo del ojo pudo observar a Lili correr a abrazar a Sophia, dándole el consuelo que necesitaba.

Cerró los ojos con fuerza, deseando ser fuerte por Carl, por su padre y por ese pequeño ser indefenso que había venido al mundo. La vida por segunda vez le había arrebatado de forma cruel el amor de una madre y no podía sentirse más rota.

Horas más tarde se encontraba con su espalda recostada a la fría pared de su celda con la pequeña bebé sobre su regazo, a su costado en la pequeña cama se encontraba Carl

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Horas más tarde se encontraba con su espalda recostada a la fría pared de su celda con la pequeña bebé sobre su regazo, a su costado en la pequeña cama se encontraba Carl. Ambos observaban a la pequeña con el corazón roto, no tenía ni un día de nacida y la cruel vida ya le había arrebatado a su madre.

Glenn había ido a buscar a Rick en la prisión, Maggie y Daryl habían salido por objetos para la bebé y leche, Hershel y Beth se encontraban en la cocina y Lili estaba con Sophia.

―No es justo que perdiéramos a mamá, a Carol y T-Dog.

―La vida no es justa, Carl ―sorbió su nariz―. Es una mierda.

―No quiero perder a nadie más.

―Ni yo.

Leah no quiso prometerle nada a Carl, no iba a jurarle o hacerle promesas que podrían romperse en un abrir y cerrar de ojos.

Suspiro a su vez cerrando sus ojos deseando que el dolor en su interior disminuyera.

Temerosa Leah observaba la prueba de embarazo en su mano, a sus espaldas Glenn daba vueltas sin detenerse. Iban a morir, ambos iban a morir. El coreano estaba a punto de firmar su sentencia de muerte.

No habían metido la pata hasta ahora, un descuido y todo se había ido a la mierda. Los iban a asesinar.

― ¿Qué pasa si te digo que salió positiva? ―murmuró con fingida preocupación Leah.

―No, debes estar bromeando.

―Uhm, no, no lo hago.

―Mierda, mierda, me van a matar. Dirán; maten al chino, yo les diré que soy coreano y todo habrá acabado.

La seriedad en el rostro de Leah fue sustituida por la carcajada que hizo eco en la soledad del bosque. Del otro lado en una vieja estación de servicio descansaba su familia.

―No le encuentro lo gracioso, Leah.

―No estoy embaraza, Glenn.

― ¿No lo estás?

―No.

―Dios, casi me matas del susto. No fue gracioso ―pronunció acercándose para ayudarla a ponerse de pie―. Tirare esto lo más lejos posible, no quiero que Daryl en sus búsquedas lo encuentre.

ᴍɪᴅɴɪɢʜᴛ | ᵀʰᵉ ʷᵃˡᵏⁱⁿᵍ ᵈᵉᵃᵈDonde viven las historias. Descúbrelo ahora