2| Un Pequeño percance

15 2 0
                                    

Blake

Hoy de nuevo es lunes. I, después de estar varios días encerrada en estas cuatro paredes, me dispongo a salir a tomar aire y poder dar un pequeño paseo.

No tengo de mucha ropa, pero no es un problema, ya que es suficiente. Asi que sin mucho que pensar me preparo rápidamente y me decido a salir, cerrando la puerta tras de mí.

Al salir, el aire fresco me envuelve, una sensación de familiaridad se apodera de mi mientras camino hacia la acera disfrutando de los pocos rayos de sol. No tengo mucha idea de por donde empezar, estoy asustada y me avergüenza admitirlo, pero empiezo a arrepentirme de haber tomado esta decisión. Pero ahora no hay marcha atrás.

A pesar del miedo y la duda que me invaden, sigo adelante. Camino con determinación, obligándome a dar un paso tras otro, recordándome a mí misma que esta es la decisión correcta, incluso si no parece así en este momento.

Sigo caminando, sin un destino específico en mente, simplemente disfrutando el momento de paz y tranquilidad, dejando que mis pensamientos vaguen libremente.

[. . .]

Me encuentro sentada en un columpio, meciéndome suavemente hacia adelante y hacia atrás. El vaivén del columpio me hace sentir ligera, como si por un momento pudiera dejar atrás todas mis preocupaciones y simplemente disfrutar del momento presente.

Observo a mi alrededor, absorbiendo la belleza del parque que me rodea. Los árboles se mecen con la brisa, las flores bailan en el viento y los niños ríen y juegan en los juegos cercanos. Es un recordatorio reconfortante de la vida que continúa, incluso en medio de mis propias luchas internas.

Cierro los ojos por un momento, dejando que la sensación de libertad y tranquilidad me llene. Por un instante, todo parece estar en armonía, y me siento agradecida por este pequeño oasis de paz en medio del caos de mi vida.

— ¿Blake? —  Abro los ojos asustada por el repentino nombramiento hacia mí. — ¿Eres tú?

Dirijo mi vista hasta la voz, encontrándome a una señora mayor, pero no mucho. Rápidamente puedo reconocerla. Es la señora Harper, mi antigua vecina cuando aún vivíamos aquí.

— Señora Harper. — Hablé mientras me levantaba del columpio. — Cuanto tiempo.

— Oh, sí, cariño, demasiado tiempo. — Dijo con una sonrisa. — ¿Qué haces por aquí? ¿Cómo están tus padres?

La familiaridad de la conversación me reconforta, aunque también me trae recuerdos que preferiría dejar en el pasado. Respiro profundamente antes de responder.

— Estoy de vuelta en la ciudad por un tiempo, necesitaba un cambio. Y sobre mis padres...   — titubeo, sintiendo un nudo en la garganta al recordar la reciente pérdida de mi padre. — Mi padre falleció hace poco.

La expresión de la señora Harper se torna en una mueca de tristeza al escuchar la noticia.

— Oh, querida, lo siento mucho. Tu padre era un hombre maravilloso. ¿Cómo estás tú? ¿Necesitas algo?

Su compasión me conmueve, y me siento agradecida por tener a alguien con quien compartir mi dolor.

— Sabes, Dylan te echa de menos...

Las palabras de la señora Harper me toman por sorpresa, y por un momento me encuentro sin aliento. Dylan, el hijo de la señora Harper, había sido mi amigo cercano durante mi infancia, y aunque habíamos perdido el contacto después de que me fui de la ciudad, siempre conservé buenos recuerdos de nuestra amistad.

— ¿Dylan me extraña? —pregunto, buscando confirmación en sus ojos.

La señora Harper asiente con una sonrisa nostálgica.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ᴇɴʀᴇᴅᴏꜱ ᴅᴇʟ ᴅᴇꜱᴛɪɴᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora