WIGETTA DRABBLES.

1. Uñas.

Narra Willy.

Decidimos grabar un nuevo vídeo para mi canal principal entre Alex, Vegetta y yo.

Básicamente el juego consistía en adivinar unas palabras a través de varios dibujo en un tiempo límite y ganaba aquel que lo hiciera en el menor tiempo posible.

No era un secreto para nadie y menos para los suscriptores que Vegetta era pésimo dibujando. Todavía recuerdo cuando el pringao decidió subir "sus obras de arte" a twitter y así compartirlas con todo el mundo. No voy a negar que me causó gracia los títulos de los feos dibujos y verlo desde el móvil intentando en vano esforzarse.

Es que es tonto chaval. Luego se queja de que lo molesten y se burlen.

Debido a eso, había convencido a Alex para que grabáramos esta tarde un gameplay que se basara en algún tipo de habilidad manual. No diré que fue fácil encontrarlo y mucho menos convencer a Vegetta de jugar con nosotros.

Tuve que manipularlo diciéndole que seguramente él ganaría.

No voy a negar que fue bastante divertido jugar esa tontería. Sobre todo aprovecharme de las imprudencias de Samuel mientras Alex intentaba dibujar. Creo que era el único de nosotros que tenía un poco de talento para eso. Sin embargo, me quedé mudo cuando mi compañero de vivienda afirmó que sin duda alguna averiguaría cuál era la siguiente palabra que él tenía que dibujar.

Los únicos que sabemos a qué se refería somos él y yo. Es claro que Alex quedó completamente confundido cuando comentó esa frase.Todavía recuerdo la primera vez que me dijo aquella frase que me dejó en shock y que seguramente era la respuesta que me daba la pista para lograr averiguar la palabra.

"Willy, me encantan tus uñas".

Una parte de mí agradece que pudiera ocultar mi nerviosismo burlándome de la mano con seis dedos y sus pocos dotes artísticos.

En ese momento estoy seguro que se me quedó una sonrisa tonta en los labios y me puse rojo como un tomate.

-"Bueno compañero, esta noche me vas a aruñar con tus uñas o ¿no?".

Respondió aquella voz a mis espaldas mientras se acercaba a mi silla del ordenador y apoyaba su mentón en mi cabeza.

- Es que es tonto- fue lo único que logré responder antes de ser atacado por sus labios.