𝑱𝒖𝒎𝒂𝒏𝒋𝒊 || 𝑨𝒍𝒆𝒙 𝑽𝒓𝒆𝒆𝒌𝒆

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒏𝒄𝒆

—Y que nunca podría irme por mis propios medios— continuo hablando Alex —La mitad de los retos, no tenía forma de enfrentarlos. Digo no se puede matar una mamba con una margarita.

—Eso es un hecho. Necesitas un zoologo para eso— interrumpió Refri mientras se señalaba.

Cassie quien no había soltado el brazo del pelinegro, rodó los ojos.

—¡Alex! Podemos ayudarnos— dijo Spencer mientras se ponía de pie —Tu conoces el juego. Sumandonos tenemos muchas fortalezas.

—Si somos muy buenos jugando— habló Martha.

—¡No lo sé amigo!— contesto Alex mientras observaba a la chica a su lado —Si meto la pata una vez más. Se terminó. Es aterrador para mí siquiera volver al cobertizo de transporte. No quiero morir en Jumanji.

Cassie lo observo con comprensión en sus ojos y le tomó la mano, para entrelazar sus dedos.

Ella no sabía que en ese momento, el corazón del pelinegro latia con fuerza.

—Solo tenemos que unirnos, podemos ganar el juego— dijo Spencer.

—Tu eres la pieza faltante— habló Cassie mientras apretaba con fuerza la mano del pelinegro.

—Tu eres a quien necesitábamos encontrar— dijo con emoción Bethany.

—Entonces la pista era. Ir al bazar y encontrar la pieza faltante— habló Martha.

—¡No era el elefante!— contesto Cassie.

—¿Yo era la pieza?— preguntó con duda Alex.

—¡Si!— contesto con emoción Bethany.

El pelinegro sonrió al saber, que el era la pieza faltante. Luego observo su mano unida a la pelirroja y por fin después de tanto tiempo, sintió esperanza, otra vez.

—¡Chicos! Vamos a darle— contesto Alex mientras se colocaba de pie y le daba un abrazo a Cassie.

La chica soltó la mano y lo observo con una sonrisa, mientras observaba a su hermana, quien le daba una palmada en la espalda al chico.

—¡Spencer! ¿Te vas a tomar tu margarita? — preguntó un Refri ebrio.

Cassie rodó los ojos y rápidamente se acercó a la margarita de Spencer y se la tomó de un solo trago.

Sabiendo que si el chico de tez oscura se la tomaba, terminaría más borracho de lo que ya estaba.

—¡Oye!— habló ofendió Refri mientras observaba con incredulidad a la pelirroja.

—¡Ya tomaste mucho!

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Ahora se encontraban corriendo, por la selva hasta que llegaron a una parte donde había muchas rocas.

—¡Ahí está! El cobertizo de transporte. Tiene todo tipo de vehículos— hablo Alex —Hay que robar uno, en el cruzar el cañón y llegar a la estatua de jaguar.

Cassie observaba todo con detenimiento, buscando una manera de poder llegar ahí.

—Ok, veo el cobertizo de transporte, veo el cañón. Pero aún no puedo ver la estatua. Y es extraño ya que es la cosa más importante en Jumanji y es gigantesca— habló Bethany mientras observaba el mapa.

—Eso dijo ella— dijo Refri antes de estallar en carcajadas.

—¿Estas ebrio Refri?— preguntó con incredulidad Spencer.

—No lo vez. Incluso se quejo por tomarme la margarita antes que él. Si no lo hubiera hecho. Ni siquiera se podría parar— habló Cassie al lado de Martha.

—¿De que estás hablando? Claro que no— contesto Refri.

—¡Si lo estás!— replicó Cassie mientras compartía una sonrisa con Martha.

—¡Bebi tres margaritas pequeñas!— contesto Refri.

—¡Eres la mitad de tu tamaño real!— dijo Martha.

—¡Y que importa!— hablo Refri.

Cassie rodó los ojos y se acercó a Refri y le dió un golpe en la cabeza.

—¡Si importa!— contesto Cassie con voz cansada.

Alex inmediatamente se acercó a ella y la tomo de la mano.

—Ok, Alex ¿Qué hacemos aquí? ¿Cómo pasamos esos guardias?— preguntó Spencer.

—La última vez. Espere hasta que se fueran— contesto Alex.

—¿Cuánto se tardaron?— preguntó ahora Cassie.

—¡Tres semanas!— contesto Alex.

—¡Hay nos vamos a morir!— dijo Refri dramáticamente.

—Bueno. Plan B—dijo Spencer.

—Quizas en otro lado, haya una puerta. Pero primero hay que distraer a esos chicos— hablo Alex.

—¡Lo tengo! Distraer chicos es a lo que me dedico yo. Él juega videojuegos, yo distraigo chicos— interrumpió Bethany.

—¡Bethany! Lamento mucho esto. Pero no cuentas con las herramientas— contesto Refri.

Bethany rodó los ojos —No hablo de mi — dijo mientras señalaba a Martha y a Cassie.

—¿Qué?— dijo Martha con pánico mientras observaba a Cassie.

Alex también observo a Cassie, con un sentimiento extraño en su pecho. No le gustaba para nada, que ella le tocará distraer a los guardias.

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