Capítulo 1

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Ciudad Elysa, Dark Sun. Año 2095.

¡Atención a todo el personal, se les solicita evacuar el edificio, repito, se les solicita evacuar el edificio!

Los empleados de Megacorp comenzaron a evacuar el edificio después de escuchar la sirena a través de los altavoces, sin saber cuál era la razón. No era la primera vez que se realizaba un simulacro de esa magnitud. En cuanto salieron a la calle se percataron de la presencia de los soldados de Corporate Killer, entonces supieron que algo nuevamente andaba mal.

Cuatro intrusos habían logrado penetrar la ciudad, tratando de saquear uno de los cinco almacenes, comenzando una persecución dentro de la ciudad. Los soldados habían recibido la órden de capturar vivos a los «perros salvajes», como se hacían llamar así mismos. Una enorme movilización se apoderó de las calles hasta que finalmente fueron detenidos.

West había perdido la cuenta de las veces que los soldados habían golpeado a los perros salvajes. Se había quedado viendo la escena desde una esquina, evitando meterse y tener contacto con alguno de sus compañeros. Estaba tan concentrada mirando la golpiza que ni siquiera se percató que alguien la estaba mirando desde otro ángulo.
—¡Oye, West!
Ella giró la cabeza hacia la dirección de la voz que la llamaba. Se trataba de Anderson, el coronel del ejército de Ciudad Night.
—Sabía que estabas aquí —intentó sonreír—. El jefe te ha otorgado una misión. Irás con Olivera al distrito Valorant.
—¿Al distrito Valorant? —preguntó confundida.

Nunca antes había estado en ese distrito, ni siquiera tenía permitido salir de Ciudad Elysa. Siguió mirando a Anderson esta vez con un poco de preocupación en el rostro.
—Denis quiere que los maten, sin errores.
—No puedo hacerlo.
—No me lo digas a mí, yo no doy las órdenes. Suerte.

Aunque no lo pareciera, se había convertido en el títere de Denis Biersack, uno de los nueve generales más temidos y respetados dentro del Cyberhex. A pesar de haberse ganado el respeto de los demás líderes del consejo de su distrito, seguía siendo señalado como un hombre que no solía mostrarle piedad a nadie. Pero como todo villano, tenía una debilidad, y esa debilidad era Danny West. Se había encaprichado con ella desde que se conocieron en las Fuerzas Armadas de Ciudad Night.

West se quedó en silencio la mayor parte del tiempo. Era la primera vez que salía de Dark Sun, y no podía disimular que estaba nerviosa. Lo suficiente como para dejar caer un par de cartuchos sobre el suelo.
—¿Estás bien? —preguntó Olivera mientras la observaba levantarlos rápidamente.
—Sí —se apresuró a responder—. Solo pensaba en la misión.
—Mmmh.
—¿Qué?
—Yo también estoy sorprendido. Denis debe de estar tramando algo como para dejarte salir.
—Tal vez ya se aburrió de tenerme siempre cerca de él.
Dejó escapar una risa nerviosa. Lo último que había dicho la hizo sentir mal, ¿y si Denis se había cansado de ella? Apretó los labios imaginando lo peor. Después sus sentidos se pusieron en alerta cuando escuchó un traqueteo en la parte trasera de la nave. Uno de los prisioneros había conseguido escabullirse hasta la cabina del piloto, donde fue detenido por West, sin embargo, el tipo logró liberarse por completo y ambos comenzaron a pelear, comenzando una persecución dentro de la nave.

En cuanto el radar detecto que una nave había ingresado dentro del espacio aéreo de Paradox las alarmas comenzaron a sonar e inmediatamente comenzó una operación de contraataque en caso de ser requerido. Pero no fue necesario, la nave se estrelló contra el suelo e inmediatamente una nube de polvo seguida por una de humo se hizo presente.
Dos soldados corrieron cuesta abajo para investigar. El accidente los había tomado por sorpresa, ya que no era muy común ver naves de ese tipo, especialmente en la frontera con Dark Sun.
—Mierda
Uno de ellos echo un vistazo rápido entre los pedazos de nave que estaban esparcidos sobre el campo. Debido a aquel accidente se había dañado al menos una hectárea y media de cultivos.
—¡Hay uno con vida! —gritó el otro.
—Bien. Llevémosle al campamento.
—Ok. Sujeta sus piernas.

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