Regresa a mi (S2) "Good Omens"

Parte 3

Él asiente y levemente tiritando camina por el alrededor, bueno todo lo que aquella cuerda le permite.
-No entiendo nada- su voz suena angustiada, yo camino llevándole consigo a la sala donde un largo sillón antiguo y confortante nos recibe junto a una hoguera ahora llena de telaraña, yo chasqueo los dedos asustando al arcángel. Me siento en el sillón seguido por mi Ángel. -¿Por qué dices lo que dices?- Toma el valor y me dirige la mirada, yo le sonrió triste.

-Porque para mi- intento tomar su mano pero la quita rápido, yo bufo. -Eres impórtate-.

-Solo quiero que me expliques todo esto, no quiero que me intentes tentar demonio- me trago mi llanto y asiento.

-Solo...- Bufo, para él soy su enemigo, tengo que ser paciente. -Dime Aziraphale- se para recto, -¿Quien crees que soy yo?- Frunce el ceño.

-Eres Crowley, el demonio que tentó a Adán y Eva- lo dice en un tono un poco dubitativo, como si esperaba que le diera la aprobación de que eso fuera cierto, yo doy un leve asentimiento para que se percate que tiene veracidad lo que dice. -Estuviste todos esto siglos aprendiendo y estando con la humanidad, esta te atrajo tanto que de hecho tú fuiste quien detuvo al Armagedón hace tres años-.

-Yo diría que fue trabajo en equipo-.

-Tú y tu gente- le miro fijo.

-No, tu y yo- veo como su respiración se hace irregular y de sus bellos ojos empiezan a llenarse de lagrimas que amenazan por salir, empieza a negar. -Todo lo que dices es verdad Ángel, pero nunca trabaje solo, siempre contigo- exhala en llanto y cierra los ojos, con una mano aprieta sus ojos.

-Eso no tiene sentido- evita mis ojos, -yo- se toca los muslos y los aprieta hasta casi lastimarse, ese gesto que hace cuando tiene miedo e inseguridad. -Mi trabajo fue evitar que hagas tus cosas demoniacas-.

-¿Qué recuerdas de ti mismo?- Veo que abre sus ojos mirando a la hoguera un momento, aprieta sus ojos como si intentara recordar.

-Yo, hasta que me subieron el puesto- sonríe por aquello, extrañaba esa sonrisa aunque sea por algo que no sea genuino ni valido. -Yo tenia una librería- pareciera que hace fuerza por recordar, -no iba mucho- frunzo el ceño, -supongo que yo a diferencia de ti no pude apreciar el mundo que amas- le miro sin decir nada intentando asimilar sus palabras, -eso te enojo-.

-No- respiro pesado, -¿Pero que te han hecho?- Me tapo la boca intentando procesarlo, -no sé que te borraron-.

-¿Borraron?-.

-¡Si!- Él se sobresalta en el lugar, -este lugar- muevo la mano que sostenía la cuerda y la muevo en circulos para señalar el entorno, -es nuestro escondite, un escondite donde no usábamos bendiciones ni tentaciones- miro al techo aguantándome, -porque a veces nos divertía jugar a que éramos eso, simples humanos... Y cuando volvíamos seguíamos adelante, ¿Por qué te borraron esa parte de tu identidad?-.

-No tiene sentido nada de lo que dices- la voz de Azi esta en un tono defensivo, -yo jamás me aliaría con un demonio- yo bufo y le miro.

-Lo has hecho durante seis mil años Ángel, es lo que el estúpido de Metatron te hizo creer que no es así, y no sé como- empieza a negar otra vez, -pero te juro que cuando sepa que te hizo... Yo- aprieto mi mano en un puño, parece asustado así que solo intento contar para calmarme. -Solo quiero que seas de nuevo mi ángel- eso parece sorprenderle.

-No te creo- siento que tiran de la cuerda, se esta abrazando con sus manos angustiado, -me mientes, eso hacen- intenta respirar, -Metatron me vendrá a buscar y me salvara- mira al sillón, su primera lagrima cae, -¿Qué ganas mintiéndome con algo así?-.

-No lo estoy- Me interrumpe.

-¡Mentira, tu y yo jamás seriamos amigos!- Se me hace un nudo en la garganta, -nos hemos visto algunas veces- intento respirar pero es inútil, -eres cruel y demoniaco- esas palabras se clavaron en mi corazón como si de una puñalada de hielo me atravesase, mi corazón arde, arde de angustia. -Por ejemplo con Job, mataste a sus hijos y su ganado- eso me alerta.