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𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐎

ɴᴏ ꜱᴜʙᴇꜱᴛɪᴍᴇꜱ ʟᴀ ꜰᴀɴᴛᴀꜱÍᴀ


Las ideas que florecían en mi cabeza sobre él no se detuvieron incluso cuando ya no lo veía entre la gente, dejándome congelada unos minutos, hasta que la campana sonó, logrando que me sobresaltara. Aún estaba confundida con las ideas que rondaban por mi cabeza, pero al ver cómo la gente iba a sus salones me hizo retomar el paso hacia mis cosas y al igual que los demás de mi salón, me encaminé hacia la cancha de baloncesto.


֍


No fue una buena clase de educación física, ya que mi cabeza estaba concentrada en otro lado, además de la constante voz que aparecía.

Al final, luego de que sonó la campana, volví a aceptar la propuesta de comer con el grupo de amigos, pero esta vez les dije que se adelantaran. Ellos no protestaron y se fueron rápido por la puerta que conectaba al pasillo.

Noté, al igual que la semana pasada, que un grupo de personas salía por otra puerta que llevaba hacia afuera. No quería mirar a un gran grupo de gente pasar por el pasillo, así que decidí salir por esa puerta para sentir el viento de afuera y poder relajarme un poco.

Cuando salí pude notar que había carros estacionados. No me había molestado en averiguar cómo era el estacionamiento, así que me sorprendió que estuviera tan cerca. Miré a mi derecha, parecía ser el camino hacia el jardín delantero de la escuela, miré hacia la izquierda y pude ver más autos, pero también noté a los Vaughan reunidos al fondo.

Aunque pensara mucho en la idea alrededor de Michael Vaughan, no me había percatado que no estaba presente durante la clase de educación física, al igual que los demás que iban con él. Me preguntaba si tenían algún permiso para esa materia porque la semana pasada tampoco estuvieron.

«Tal vez no pueden controlar su fuerza», dijo la voz, insinuando eso otra vez.

Al notar que uno de ellos posaba su mirada sobre mí, decidí caminar hacia la dirección contraria.

No pasé mucho tiempo caminando, cuando escuché un sonido aproximándose y al voltear hacia la dirección del sonido, me topé con la parte delantera de un auto a una distancia corta que venía hacia mí. Sentí mi respiración deteniéndose como aquella vez y ante lo inevitable cerré los ojos, apretándolos, para luego escuchar un impacto.

Mi respiración se reanudó y abrí los ojos viendo que estaba agachada en medio de dos autos. No sabía cómo llegué a esa posición y todo en mi cabeza se mezcló mientras mi respiración era inestable, pero eso fue poco relevante cuando noté a Michael cerca mío. Un brazo suyo me envolvía, mientras el otro estaba contra el auto que vino a gran velocidad y que ahora estaba detenido con una abolladura que parecía ocasionada por él.

Sentí como mi corazón palpitaba con rapidez.

También sentí mi cuerpo tembloroso, sin embargo alcé una mano hacia el pecho de Michael y agarré su camiseta con fuerza. No sabía si era por el miedo, por la adrenalina o por llegar al límite de todo lo que me pasaba, pero no me molesté en guardar lo que pensaba.

—Tú, tú no eres humano, ¿cierto? —pregunté, aún con voz temblorosa.

Sus ojos fueron suficientes para saber la sorpresa en él.

Paradoja de una ElecciónWhere stories live. Discover now