La historia de una popular

Capitulo 11- ¿Está bien?

Narra Nina

Estarán pensando que estaba en mi habitación llorando, comiendo helado de chocolate y viendo peliculas románticas mientras pensaba porque mi vida no era asi, pues están muy equivocados. Estaba en mi habitación con música a todo volumen y pensando en maneras de rebajar rapidamente. Que ni Elena ni Ian piensen que voy a estar derrotada, no, ahora le voy a hacer ver a Ian lo que se perdió por andar con mi "supuesta" mejor amiga.

Tocaron mi puerta, bajé el volumen de la música y abrí la puerta.

- ¿Qué pasa nana?

- Nada, es que se escuchó un ruido muy fuerte aquí y queria ver que era

- Era música nada más ¿algo más?

- Si, hice comida queria ver si querias cenar

- No, voy a hacer ejercicio

Salí de la habitación y fuí a la cocina a buscar una botella de agua.

- Pero, tienes que comer algo- rodé los ojos y la miré

- Está bien- cojí una manzana- me voy a comer la manzana por el camino ¿está bien?

- Ahora si

Salí de la casa y empezé a comerme la manzana y la boté. Llegué a la pista de caminar y empezé a estirar, mi meta era hacer por lo menos cuatro horas de ejercicio.

Empezé a correr, hacia mucho calor, el sol estaba ardiendo pero eso no me iba a detener.

- Hola Nina- dijeron a mi lado

Conocia esa voz y lo menos que queria era escucharla.

- ¿Que quieres Sabrina?

- Nada- se puso a mi lado- Se nota que haz cambiado, haz rebajado

- Si

- Pero sabes- se acercó más y me susurró- siempre vas a ser la ballena

Y con eso se fue. Esa rubia se llama Sabrina, ella y yo estudiamos en la misma primaria y secundaria, gracias a Dios que no estudiamos en la misma preparatoria. Ella siempre se reia de mi peso, ya que era gorda en ese tiempo.

Cuando ya habia terminado de correr las cuatros horas, regresé a la casa donde un gran olor me dió.

- ¿Que es ese olor?- dije

- Sopa y pan hecho aquí- me vió- va a estar en algunos minutos

- Me voy a bañar y hacer la tarea, ¿me puedes llevar la comida a la habitación?- asintió- gracias

Me bañé y me cambié a mi pijama, para luego encender mi computador y buscar dietas y remedios para bajar de peso. Tocaron la puerta e inmediatamente cambié a otra pestaña.

- Aquí te dejo la cena- puso la bandeja en el escritorio

Cerró la puerta y yo le puse seguro. Cojí la sopa y la boté en el lavamanos.

- No pienso engordar, no- y puse el plato en la bandeja

Me volví a sentar en la cama con mi computador. Busqué la página y leí.

- Trata de pedir tú comida a tú habitación y botala- dije- listo

Y seguí leyendo.