La bolsa de valores de NY-1929

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¡Hola! Siento haber tardado en hacer este capítulo, pero estuve leyendo otras historias y se me olvidó completamente, lo siento. Bueno, espero que disfruten del capítulo. Adiós:

Llegó el gran día. Tenía miedo por si algo raro pasaba, por lo que quise despedirme bien de Charlotte, la primera y única mujer que me iva a atraer. 

Toqué su timbre queriendo que ella me abriera para dejarme paso. No me equivocaba, lo hizo. Abrió la puerta y al verme sus ojos mostraron un brillo inusual, luego me abrazó.

-¡Alastor! -dijo emocionada

-A-Ah, Charlotte, hola -dije un poco nervioso, ya había empezado a poner esa sonrisa de timidez de nuevo. Que mal me ponía esta mujer... me tenía que ver.

-Bueno... ¿a que debo su magnífica visita? -dijo ella contenta, como siempre. 

-Bueno.... yo vengo a despedirme ya que me voy una semana más o menos a Nueva York, de visita... -dije con una sonrisa sincera, no quería separarme de ella, en verdad.

-Oh, pues... pásatelo bien, pero vuelve ¿eh? -dijo un poco apenada con una sonrisa

-Lo haré, y sacare muchas fotos, las imprimiré y te las enseñaré. -dije como si fuera una promesa.

-Pues esperaré ansiosa, Alastor -dijo ella. 

-Yo también lo haré -dije abrazándola.

-Oye ¿por qué tan decaído? Parece que te fueras para siempre -dijo ella con una sonrisa otra vez. 

-Por que te quiero -dije sin darme cuenta, me salió naturalmente y al darme cuenta de lo que había dicho abrí un poco más los ojos de lo normal. 

-Y yo- dijo ella.

Quién diría que solo dos palabras me ablandaría tanto el corazón. 

-Bueno... yo me tengo que ir- dije yo bastante nervioso.

-Oh, si si, mejor prepara tu viaje, no te pierdas nada -dijo ella atentamente. 

Después de despedirme me dirigi con mis maletas a un taxi, el que me llevaría al aereopuerto. 

-Buenos días señor, ¿a dónde quiere que lo lleve? -dijo el conductor

-Hola buenas, ¿podría usted llevarme al aereopuerto? -dije

-Claro, marchando -dijo arrancándo el motor. 

Unos diez minutos después de tener una conversación animada con el conductor del taxi, me bajé del taxi y me dirigí a la sección buissness. Ahí cogí el avión privado en el que iríamos mi socio y yo. Igual le vería la cara de una vez por todas. 

Subí las escaleras del avión y al entrar busqué a mi socio, quien estaba sentado más o menos en unos de los asientos del medio. Me senté a su lado. 

-Bueno... parece que todavía no me quiere enseñar la cara -le dije vacilante. 

-¿Tanto quieres saber quien soy?- dijo él

-Si, y también como es tu voz, querido amigo- dije yo.

-Te los mostraré después del gran golpe, querido Alastor. 

Nos pasamos todo el viaje hablando sobre el golpe que estabamos a punto de dar. Todo estaba muy bien pensado.

-Y bueno... todo el plan empieza con el segundo paso, por que el primero es tirar una bomba desde este avión. 

-Espera ¿QUÉ? -dije demasiado sorprendido

-Si, dentro de siete minutos y cuarenta segundos la bomba caerá desde el avión. 

En vida y en muerte (CHARLASTOR)Where stories live. Discover now