Mientras que el infierno se desataba en la tierra, Jimin no dudo en continuar corriendo junto a su hermano hasta que pudieron visualizar a su padre omega, quien ya los esperaba fuera de su casa, de rodillas en el suelo y con los brazos abiertos, importándole muy poco cuando dos cuerpos completamente desnudos se estamparon contra él luego de dejar sus formas animales. Sus hijos estaban a salvo y eso era todo lo que importaba, le daba igual si habían lobos descabezando vampiros y manchando sus patas de sangre maloliente. Todo lo que quería y necesitaba se encontraba entre sus brazos, llorando y aferrándose a su ropa como si sus vidas dependieran de ello.

-Mis bebés están bien... -Habló con la voz contenida, sorbiendo su nariz para evitar llorar él también.- Sus padres los cuidarán, mis amores, ya todo esta bien.

-No somos unos bebés... -Fue Hoseok el primero en hablar, separándose de Seokjin y limpiando las lágrimas que aún bajaban por su rostro.- Sólo estaba asustado, pero eso no significa que sea un bebé.

La suave risa de su progenitor logró calentar su corazón, en especial al ver esa linda sonrisa que empequeñecia sus ojos y le daba una apariencia mucho más joven. Y es que nunca lo admitiría pero aun teniendo veinticinco años, el pensar que podría haber muerto y nunca volver a ver a su padre omega, lo aterraba. Pero eso ya no importaba, estaban a salvo en su manada, con su gente, y eso era todo lo que importaba.

O eso era para Hoseok, pues su hermano no podía quitarse el pensamiento de que nada estaría bien hasta ver al mestizo de vampiro y lobo que en tan pocas semanas había ganado su corazón, en una sola pieza. Por esa razón en cuanto el sentimental reencuentro se acabó, se colocó de pie dispuesto a volver a su forma animal aún cuando sentía que su cuerpo pesaba toneladas por el desgaste físico, pero al ver a Jungkook llegar con Jennie inconsciente entre sus brazos, sus pensamientos cambiaron.

Yoongi se encontraba luchando por el bosque, por las entidades que habitaban en él, por si mismo y por la relación que esperaban tener, y lo menos que podía hacer él como su futura pareja era cuidar de su gente, de los vampiros que por tanto tiempo protegió. Por ello sin perder más tiempo tomó la manta que su padre le ofrecía y cubrió su cuerpo, acercándose rápidamente al menor de los Min y jalandolo para entrar en su casa, ignorando completamente las miradas de reproche que las personas de su pueblo que no estaban luchando les dirigían.

En cuanto entraron fue Seokjin quien los guió hacia una de las habitaciones de la planta inferior mientras Jimin y Hoseok corrían a vestirse, sabiendo que su padre haría un buen trabajo cuidando de los vampiros.

-Una de esas bestias le desgarro la pierna... -Hablo Jungkook mientras con cuidado desataba el pedazo de tela que le habia colocado con ayuda de Taehyung, quien justo en ese momento entraba a la habitación seguido de Hyuna y Hyojong.

-Los tailandeses que quedan volvieron con los lobos para ayudar... -Mención el pelimorado observando con atención el rostro pálido de su amiga en la cama.- ¿Estará bien?

-No lo sabre hasta revisarla bien, pero por lo que veo... -Frunciendo el ceño y la nariz dio a entender que lo que veía no le agradaba.- Es... ¿Es mestiza?

-Si, su padre era un vampiro y su madre una ubyr... -La mirada sorprendida que Seokjin le dio no lo extrañó, pues sabía que las brujas eran escasas en esos días y que su amiga fuera hija de una, era extremadamente raro.

De pronto los fuertes gritos que se escucharon fuera de la casa asustaron a todos los allí presentes, incluidos Jimin y Hoseok quienes bajaban las escaleras ya vestidos y con armas en sus manos. Aún cuando solo se trataban de un par de dagas y un hacha, está última siendo llevada por el lobo mayor, fue inevitable que los vampiros se sorprendieran, pues ver a los agradables hermanos Kim listos para la batalla era un espectáculo peculiar.

Hostis Amare【myg+pjm】Where stories live. Discover now