Capitulo 1 Trompetas de Jericó

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"Me paré sobre la arena y del mar vi surgir una bestia de piel impenetrable y garras incandescentes. Y me adoraron porque había dado autoridad a la bestia y adoraron a la bestia diciendo: ¿quién es semejante a la bestia y quien podrá luchar contra ella? la adoraron todos los que moran en la tierra"

"Apocalipsis versículo 13"

Era la primera hora del día, la muralla de la fortificada ciudad de Itum era iluminada por los primeros rayos del luz. Al interior del muro costero aguardaba el gran puerto comercial de la ciudad donde reposaban tantas embarcaciones de madera que alzaban sus mástiles y hacían parecer que era un bosque seco a las orillas del mar. Las personas aún descansaban y unos pocos comenzaban su día en la agravada urbe que, tras casi cien años de paz, había prosperado y convertido en la arteria principal del comercio del reino de Zolamni. Varias embarcaciones aguardaban a las afueras de los muros, anclados, a la espera de ingresar al puerto.

Algo alejados de los grandes grupos de barcos, la tripulación de un pequeño navío pesquero dormía, acobijados con la vela de su propia embarcación. Derrepente fueron  sacudidos violentamente.

—¿qué deldoras fue eso? —dijo uno de los marineros despertándose escandalizado por el movimiento. Miro a su alrededor, a lo lejos observó la muralla costera  ya abrazada por la luz del sol, pero él estaba cubierto en sombras. Se giró a babor y delante tenía una gran estructura gris que se veía como un castillo flotante en el agua, con torres altas y robustas chimeneas que escupían nubes de humo. miro la estructura de extremo a extremo constatando que era algún tipo de navío gigante, pues poseía una proa, una popa, numerosos mástiles que no poseían velas y vergas unidas a estructuras que se veían como algún tipo de casa gris.

El marinero intentó despertar a sus compañeros sacudiéndolos con insistencia, a la vez, miró a su alrededor y observó a más naves grises de menor tamaño colándose entre las demás embarcaciones y otra gran estructura se hallaba a menos de una milla de la primera. Las naves emitieron un sonido ensordecedor de trompeta que consiguió despertar a todos los tripulantes de todas las barcas.

Aunque despertaron del susto, ninguno de los tantos ignoró la extraña situación, los cañones empezaron a cambiar de posición, apuntaron hacia la ciudad. Los hombres intentaban dilucidar que estaba ocurriendo sin percatarse que todos aquellos que estaban frente a esas armas estaban a punto de sufrir la ira de los inmortales Dreadnought. Vieron a soldados salir de las estructuras y caminar sobre las cubiertas, poseían uniformes azules reforzados con armaduras ligeras que protegían parcialmente sus cuerpos y cascos con máscara de hierro. Miraron hacia donde apuntaban los cañones, metieron las manos bajo los faldones de sus cascos tapando sus oídos. fue entonces que aquellas armas se demostraron escupiendo fuego sobre las pequeñas embarcaciones que estaban cerca, generaron una onda expansiva que volcó barcos más lejanos y sus proyectiles atravesaron la muralla costera desformando el área de impacto, dándole forma de embudo durante un muy breve momento, hasta que la roca se desgarró como tela. Los proyectiles siguieron viajando, haciendo lo mismo con los edificios de la ciudad derrumbandolos a su paso. Tras pocos segundos, los cañones de trescientos milímetros recargaron su munición y repitieron.

Las personas que habitaban a los alrededores, en los pueblos de la costa, se aglomeraron sobre la arena sorprendidos por los estruendos que fueron seguidos por los gritos de miles de ciudadanos de Itum. Los costeños observaron el espectáculo sin entender por completo que sucedía —¿qué clase de magia es esa? —cuestionó un hombre en medio de la multitud, su expresión era la de todos. Una mezcla de miedo y curiosidad que los hacía sudar frío.

Un ligero tirón de su camiseta lo llamó, al lado estaba el hijo del hombre. Miro a su pequeño que trataba de llamar su atención mientras señalaba al mar —¿Qué es eso? — el hombre dirigió su mirada a lo que su hijo apuntaba, una flota de pequeños barcos que se aproximaban a gran velocidad partiendo olas. El hombre tomó a su hijo en brazos quien vio el horror en la cara de sus padre y huyeron de ahí.

Dragons and panzerKde žijí příběhy. Začni objevovat