bostera ─ valentin barco

O2

le ha gustado a colo.barco, lukzgodoy, trueno y 200 más

SOLTÉ UN LARGO SUSPIRO ANTES de tocar la puerta de la casa de mi amigo. Aún estaba cansada por haberme tenido que levantar temprano pero aún así estaba acá, viniendo a cenar con ellos

el primero en recibirme, es decir, quien abrió la puerta, fue el mismismo Zeballos. Sonreí amablemente y lo saludé con un choque de mejillas

— por fin llegas. Mucho hacerte la linda en ig y poco venir a cenar eh —me jodió

su brazo pasó por mis hombros y me guió hacia el patio donde, suponía, estaban los demas jugadores. Blondel fue el segundo en saludar, le siguió Cavanni, Advincula y Rojo quienes saludaron desde sus lugares en la mesa y con la boca llena de los fiambres de la picada

— a ver, muertos de hambre —los retó Blondel— yo también quiero, dejen algo

los tres bufaron y se levantaron para adentrarse en el patio, ya que ahora estabamos en una especie de quincho, con parrilla y una mesa lo suficientemente grande como para todos

los seguí con la vista y allí vi al Colo jugando con el resto de los chicos a la pelota. Como no tenía ganas de caminar hasta tan lejos, me senté junto a Blondel quien estaba a cargo del asado junto con Zeballos

— cómo estuvo el entrenamiento hoy? —intenté sacar charla

— estuvo bueno, el viejo casi nos mata pero la pase bien dentro de todo —tomó mate

— si, yo también. Estuvo piola —coincidio Lucas— tuviste facultad hoy?

asentí lentamente y me estiré a agarrar un pedacito de fiambre y otro de pan para hacerme un sanguchito chiquito

— la conchuda de la profesora es una hija de mil puta, yo creo que me tiene bronca porque si no, no se explica —mordí

los chicos ya estaban cansados de escucharme hablar mal de la misma profesora pero les juro que me hacia la vida facultativa imposible. Ojalá no tener más con ella

— es solo el primer año, no falta mucho para que se termine —me consoló el chango

— menos mal. Y espera, porque es capaz de hacerme llevar el exámen

— la matamos, ya fue —propusieron ambos al mismo tiempo y chocaron los cinco

solté una corta risa mientras negaba ante sus ocurrencias. Decidí permanecer un momento en silencio mientras los escuchaba hablar sobre jugadas y fútbol, la verdad que prefería aprovechar su distracción para comer algunos sanguchitos más antes que opinar

— vos qué decis Nita? —habló Langoni que, sabe dios, en que momento se unió

los mire con la boca llena de comida sin entender y los tres aprovecharon para burlarse de mi un rato

— dejen a la chiquita tranquila —se apareció Valentín— Hola Annita —me saludó con un choque de mejillas

— chiquita dice, tienen la misma edad —hizo montoncito Lucas

me levanté de mi lugar y busque con la mirada algo para tomar, pero no encontré nada sobre la mesa. Valen, quien buscaba lo mismo, me hizo señas de que lo siguiera y fuimos hacia la cocina a buscar

— me gusta tu buzo, te queda lindo el color naranja —admitió antes de abrir la heladera

— y a vos te queda lindo el conjunto de boca. Me podrías regalar un buzito, no? —sonreí inocentemente

— ni en pedo —sacó una coca y sirvió en dos vasos

— por qué? —pregunté ofendida sentandome en la encimera

— porque van a empezar a flashear cualquiera y no quiero que estes metida en quilombos —me pasó un vaso

— siempre estoy en algún quilombo —protesté— Es lo que tiene ser mujer y ser amiga del equipo de boca, no? de repente, te acostaste con todos por un poquito de fama

chasqueó la lengua y se acercó a paso lento. Se colocó frente a mi dejando apoyado el vaso a mi lado y me miró

— no les hagas caso, a veces la gente parece no tener vida propia —aconsejó

suspiré y asentí. Eramos jóvenes, teníamos la misma edad prácticamente, pero él siempre terminaba aconsejandome. Acomodó algunos mechones que tapaban mi rostro y me brindo una sonrisa cálida

— sos muy linda para sufrir por tantos boludos Anna. Concentrate en la facu, eso si es importante

— ya se Valen, pero igual llega un punto donde es inevitable no cansarte o no ver las cosas que te dicen —hice una mueca

— por hoy, concéntrate en disfrutar con nosotros. Te parece?

tomó mi mano delicadamente y me ayudó a bajar, volvió a sujetar su vaso y me guió nuevamente afuera. Para nuestra sorpresa la comida estaba lista, asi que nos sentamos en nuestros respectivos lugares para catar "el mejor asado bonaerense" según Zeballos

— a quién te comiste fantasma! —lo jodió Marcos Rojo y una sonrisa se dibujo en mi cara

— a tu hermana, pedazo de gato —contestó el siete

— relajate —aconsejó el colorado junto a mi— viví el presente y deja de maquinarte

— a ver, te vas separando de la hermanita del Luka vos, Colo —advirtió Langoni— mirá que si te agarra el otro te hace cagar —jodió

— callate y come mentiroso —salte yo

— ok —siguió comiendo en silencio

ante su accionar, se habia llevado más de una cargada proveniente de sus compañeros. Tenían personalidades tan complementarias que se notaba a la hora de jugar y fuera del partido, por eso amaba tanto pasar tiempo con ellos

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con amor
L—