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OTRO DÍA DONDE ME ENCONTRABA en el mismo lugar de siempre. La hermosa y colorida Bombonera, donde pasé tantos momentos especiales y risas con el plantel. Mi lugar de trabajo y mi segundo hogar pues en mi familia siempre se habló del grandisimo equipo de boca juniors
papá es fanático a muerte, y gracias a poder trabajar con el equipo, en la parte de redes, podía conseguirle entradas. Al igual que a mi hermano mayor y a mi mamá, pero siendo sincera, ver a papá emocionado cantando a todo pulmón las canciones con la hinchada era lo que mas me llenaba el corazón
saqué mi celular para planificar historias aprovechando que los chicos estaban desayunando y aún no habían salido. Diseñé imágenes para usar como fondo para ponerles algún texto encima o fotos
— Anna! —llamó alguien y me giré a ver quién era
allí me encontré a Walter, fotógrafo de boca. Le sonreí amablemente mientras se acercaba hacia donde estaba sentada, traía su cámara colgando, sus anteojos adornando su rostro y en sus manos traía dos vasos con lo que parecía ser algo caliente
— te estaba buscando para desayunar y me imaginé que estabas por acá —me extendió un vaso— Café con dos de azúcar
— gracias Wale, qué haría sin vos —agarré el vaso
— boca no sería lo mismo si no estuviese yo para traerte café todas las mañanas —ironizó sentandose a mi lado
— ah, no. Obvio que no —solté en el mismo tono para darle un pequeño trago a mí café
— Blondel preguntaba por vos, no los saludaste? —curioseo
tenía esa costumbre de entrar y saludar a todos, desde siempre la tuve. Pero hoy, pase directo a sentarme sola, no habia dormido bien y necesitaba terminar de despertarme para no estar de malhumor
— no. No se, no tenía ganas —me encogí de hombros
— vos estas necesitando una buena noche con uno de esos pibes hermosos y bien buenos —me empujó suavemente con su hombro
blanquee mis ojos y solté una risa ante su comentario
— Walter, que vos consigas chicos con facilidad no es mi problema. Además, no necesito otro dolor de cabeza del cuál preocuparme
— como digas hermosa, pero no digas que yo no te lo dije —se levantó
ya era hora de ponernos a trabajar seriamente asi que también me ayudó a levantarme y bajamos para quedar más cerca de la cancha. Apenas pise el pasto sintético los chicos del equipo aparecieron en mi campo visual junto con Diego, el director técnico
terminé mi bebida esperando que los chicos terminen de entrar en calor y revisé las redes sociales del equipo una vez más, todo debía estar en orden
de reojo ví una cabellera rojiza acercarse animadamente por lo que dejé el vaso y el celular a un lado
— buenos días Nita, cómo dormiste hoy? —se cruzo de brazos
— buendos dias Colito. Muy bien, y vos?
— bien, bien. Medio cansado —sonrió un poco
— estas con frío? —reí ya que no se quedaba quieto en su lugar
— un poquito
— anda a terminar de entrar en calor, dale —reí levemente dandole un suave empujón en dirección a sus compañeros
— Anna —exclamó Blondel acercandose y envolviendome en un fuerte abrazo
— hola sonrisa, cuánto amor! —jodí
— no nos saludaste hoy, estas bien? —se alejó y colocó su mano en mi frente
la quité sonriendo
— si, tenía cosas que hacer nada más —acomodé mi cabello
a ambos los llamaron a seguir entrenando, por ende, en menos de dos segundos, se habían desaparecido de mi vista. Sabía que debía comenzar a trabajar asi que eso mismo hice, grabé algunos videos para redes y cuando tuve suficientes tomas de todos me senté aún en el pasto a editar los videos para convertirlos en uno solo
no me llevo mucho tiempo pero tampoco poco. Lo justo y necesario. También subí algunas fotos que tomé en el momento y que eran perfectas en cuanto a iluminación, movimiento, colores, etc
así estuve gran parte del entrenamiento, haciendo tomas, sacando fotos, editando, viendo que sí y que no. Mi celular vibraba mostrando algunas notificaciones de mí papá y otras de mi grupo de amigas pero no quería cortar la inspiración que tenía
— a tu viejo le va a agarrar algo si lo seguis ignorando —habló alguien a mi lado
al girarme, nuevamente encontré a Valentín mirandome con una sonrisa y ambas manos en su cadera
— son dos segundos. No le pasa nada, debe estar mandandome fotos con chistes que no son graciosos —volví la vista a la compu
— pobre Mauricio, mandale una carita riendote aunque sea —soltó una pequeña risita— Ya terminaste?
— si, casi —no lo miré
— a ver, quiero ver —se sento a mi lado para ver el video
le mostré como iba quedando y me ayudó dándome consejos para acortarlo o para sacar completamente clips. Quizas estuvimos así por cinco minutos más hasta que terminé y lo pude pasar a mi celular para subirlo a reels de Instagram
ya finalizada mi tarea, contesté los mensajes de mí papá y comencé a guardar mis cosas en mi bolso
— necesitas que te alcance hasta tu departamento?
— no, no. Viene mi hermano a buscarme
— dale, avisá cualquier cosa. Después vamos a cenar algo con los chicos por si te pinta caer
— bueno, veo y les aviso
me despedí de él y me fui en dirección a la salida del estadio. Estuve parada un rato hasta que llegó mi hermano y me llevó para mi departamento
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