Para Vosotras

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Después de tanto creer, de tantas historias por narrar y de danto amor que dar, resultó que lo que la vida tenía preparado para mí era ser una mera espectadora.

Me he pasado años enteros encerrada escribiendo las fantasías que se le ocurrían a mi cabeza. La verdad es que las escribía con tanto énfasis porque me veía a mí allí. Era tantísima la imaginación que en vez de salir al mundo exterior para experimentar mis propias vivencias me encerré en mi cabeza, comencé a imaginar y a fantasear con una vida que sabía con certeza que yo nunca tendría.

Y después vino esa pequeña cantidad de personas que sentían lo mismo que yo.

Esa gente que alababa mis escritos, mis penas y mis dramas. La que me pedía más cuando yo ya estaba dándolo todo.

Pero yo les di más. Y más. Tanto que cuando tuve que salir del huevo todo me abrumaba. Porque me pasé tanto tiempo escribiendo mis deseos...

Y es que al final todo era eso. He tardado mucho tiempo en darme cuenta de que la única motivación que tenía era fantasear, porque me gustaba sentirme allí. Me gustaban todas esas partes en las que el amor vivía, en la que los besos robados existían y las caricias en las manos a escondidas también.

Pero nada de eso existió alguna vez.

Y cuando la realidad me dio la bofetada paré en seco. Dejé de escribir y dejé de lado esa única parte que me mantenía cuerda y con los pies en la Tierra.

Ha pasado tanto tiempo sin poder volver a esa imaginación que ahora se que si se me diera la ocasión, cambiaría la vida por poder volver a la mía.

27/02/2024

Where The Mind Takes MeWhere stories live. Discover now