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La serie de amistosos de la selección argentina había terminado con unos resultados muy favorables para el vigente campeón del mundo, Lisandro estuvo ausente por su lesión, por lo que miraba con su novia los partidos desde casa con mucha motivación de volver. La despedida con sus compañeros fue muy emotiva, ya que no se verían hasta la próxima Copa América. Lisandro decide juntarse con sus dos mejores amigos antes de partir para Londres, con su novia que se mudaría con él; por más que Cristian esté en el mismo país, no sería lo mismo sin el actual jugador del Atlético de Madrid.
Cuando se presentan Nahuel y Cristian en la casa del anfitrión, la chica saluda a ambos y se queda un par de horas hasta que sus amigas la pasan a buscar para salir a un lugar acordado, durante ese rato que Agustina estuvo en la sala de estar, las charlas iban surgiendo y ella se iba soltando de a poco. Comieron algo los cuatro y mientras los muchachos hablaban de los partidos, ella opinaba un par de palabras o simplemente oía mientras ojeaba algo en su celular.
El cordobés había tirado alguna que otra indirecta sutil para Agustina, que Nahuel nota con facilidad y guarda silencio, pero parece que la chica no lo nota, o lo hace pero decide evitar el tema. Ella se despide de su novio y sus amigos cuando el timbre suena con un beso en la mejilla para los últimos dos, recibiendo un apretón en la cintura del jugador del Tottenham que descoloca a la morocha y su cara expresa confusión, pero nuevamente ignora aquel comportamiento y sale por la puerta; Cristian continúa hablando con sus amigos, sin emitir comentario alguno al respecto.
INGLATERRA.
La vuelta de Lisandro a Inglaterra fue diferente al resto, esta vez se llevó a su novia y decidió mudarse con ella, quien no tuvo problema alguno con su trabajo y accedió con mucha emoción. Los días pasaban y la convivencia vino sin ningún tipo de problema, el jugador se recuperó de su lesión e incluso comenzó a jugar de titular nuevamente.
Hoy fue el segundo día viendo presencialmente al United de Agustina, que tenía la 6 de su novio y una sonrisa de oreja a oreja. El primer tiempo contra el BrentFord había finalizado en empate con un gol para ambos equipos, ella se levanta cuando los jugadores salen del vestuario para jugar la segunda parte del encuentro y alienta con los demás ingleses y, a su acompañante Camille Tytgat (que fue a ver a su novio Raphael Varane)
El partido finaliza con un resultado de nada más y nada menos de 4-3 a favor del equipo del Manchester, el entrerriano estaba más que feliz festejando con sus compañeros en el vestuario, y Camille le dice a la argentina que la siga, para salir por la parte inferior del estadio.
—Agustina Dapiaggi, can I ask you some questions? It's just a second. Agustina Dapiaggi, ¿Te puedo hacer unas preguntas? son tan solo unos segundos.
—Oh, yes, it's fine. Oh, sí, está bien.
—How do you handle your relationship with Lisandro? How is he recovering? ¿Cómo llevas tu relación con Lisandro? ¿Cómo se está recuperando él?
—We are very well and we love each other. Regarding his injury, I think he is perfect and will even surpass his level. Estamos muy bien y nos amamos mucho. Respecto a su lesión creo que está perfecto e incluso superará su nivel.
—Thank you, Agustina. Gracias, agustina.
—You're welcome, see you. De nada, nos vemos.
La argentina abandona la charla con aquel periodista y sigue a Camille de cerca para no perderla. —¡Me gusta tu inglés! —dice soltando una risa con aquel torpe español que tenía, ya que vivió en España por varios años cuando Raphael jugaba en el Real Madrid.
—Ponele. —suelta con una sonrisa y continúa caminando hasta que frena.
—'¿Ponele?' me tienes que enseñar modismos argentinos, Agus. —ella asiente riendo y se da media vuelta cuando oye el bullicio de los jugadores salir del vestuario. Camille se lanza a abrazar a su novio y la chica busca con la mirada a Lisandro, pero no viene detrás de Varane y sus amigos.
Unas manos se posan en la cintura de la mujer, que gira su cabeza hacia atrás para ver a su novio abrazar su espalda y apoyar su cabeza en su hombro. Ella se da vuelta y abraza a Lisandro dandole besos en la mejilla de manera insistente.
—Jugaste re bien, Li. —exclama Agustina una vez se separa con voz un poco alta por el ruido del lugar.
—Gracias, amor. —el entrerriano besa la mano de su novia quien lo mira con ternura, el jugador tenía el pelo mojado al estar recién duchado y tenia una remera térmica apretada que marcaba los músculos que tanto le gustaban a su novia. —¿Vamos?
🍒
Agustina.
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Me muerdo el labio inferior leyendo los mensajes y niego con la cabeza viendo lo boluda que fue su respuesta, salgo el chat y scrolleo mirando lo que me presentaba la aplicación mientras continuaba comiendo de la ensalada que tenía en frente.
—Amor ¿te espero? o estás haciendo algún trabajo.—Lisandro se asoma por el pasillo sin prenda superior y con un short de la selección argentina, pregunta viendo como texteaba en mi celular.
—Ya voy. —contesto bloqueando el celular y lo dejo boca abajo sobre la mesa, me acerco a la cocina y lavo aquel bowl y sentía la mirada de Lisandro en mí que me estaba esperando, me daba demasiada ternura. —Andá, Li, ahora voy.
Pienso si contarle sobre mis raras conversaciones con Cristian, pero decido no decir nada para no causar conflicto alguno.
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estos dos cordobeses mamita.
50 votos les vengo a pedir hoy 🤞🤞 cumplan muchachas yo se q pueden
