Sweet Nothing -- TS

09: New Year's Day

Año nuevo

Con el paso de las dos semanas, el espíritu festivo seguía llenando el aire, pero esta vez con la anticipación del Año Nuevo. Taylor había estado contando los días, emocionada por la próxima reunión con Ivy y su familia en Nashville.

Aunque extrañó a Ivy y su familia durante la Navidad, entendió la importancia de pasar tiempo con los seres queridos. Sin embargo, la promesa de que estarían de regreso para celebrar juntos el Año Nuevo la mantenía llena de emoción.

Con cada día que pasaba, el entusiasmo crecía y Taylor se preparaba para recibirlos con los brazos abiertos.

Taylor había estado reflexionado sobre todo el camino que había recorrido y cómo la presencia de Tree había sido fundamental en su viaje hacia la plenitud y su realización personal. Cada consejo, cada sesión, había sido como un faro que la guiaba hacia una vida artística más satisfactoria y auténtica.

Sabía que no habían palabras suficientes para expresar lo agradecida que estaba con Tree. Su sabiduría, apoyo y orientación habían sido un regalo invaluable que había transformado su vida de formas inimaginables.

Para Taylor, contratar a Tree había sido más que una decisión, había sido una bendición que había dado forma a su vida de una manera maravillosa y significativa.

Y no se diga de Ivy, quien sin esperar nada a cambio, la conoció, la escuchó, la apoyó.

Taylor amaba más de lo que pensaba a esa niña de ojos alegres qué había llegado a su vida para cambiar su perspectiva de las cosas.

La hacía sentir libre, querida, la hacía sentir vivia.

La presencia de Ivy le recordaba la belleza de la juventud y la capacidad de ver el mundo con ojos nuevos. Pero más allá de eso, Ivy era una fuente de luz y alegría que había traído un sentido renovado de libertad y felicidad a la vida de Taylor.

A veces se preguntaba si era la edad de Ivy lo que la hacía tan especial, o si simplemente había encontrado una verdadera amistad que trascendía las barreras del tiempo y la experiencia.

Lo que fuera la razón, Taylor sabía que estaba agradecida por cada momento compartido con Ivy. Su amistad era un tesoro preciado que Taylor atesoraría para siempre.

Nunca la dejaría ir

Por otro lado, Ivy había logrado parar un poco los pensamientos confusos que tenia sobre Taylor, se tranquilizó un poco al saber que solo era una confusión pasajera, pero muy en el fondo sabía que no era verdad.

Estar con su familia en navidad le hizo olvidar algunas cosas, dandole verdadero respiro después de meses.

En navidad Taylor y ella se la pasaron conversando por mensajes. Ivy no pudo evitar sumergirse en un mar de recuerdos sobre cómo había conocido a Taylor y cómo habían llegado a ser tan cercanas. Cada momento compartido, cada conversación significativa, resonaba en su mente con una claridad vívida.

Recordaba cómo se había sentido cautivada desde el primer momento en que Taylor se abrió con ella, compartiendo sus experiencias y emociones más profundas. La madurez y la sabiduría de Taylor la habían impresionado desde el principio, haciéndola sentir admiración y respeto hacia la cantante.

A pesar de que se daba cuenta de que ella era solo una adolescente sin las mismas experiencias de vida que Taylor, Ivy encontraba consuelo y guía en la presencia de su amiga. Taylor se había convertido en un faro de inspiración, mostrándole cómo navegar por las aguas de la vida con gracia y determinación.

En esos momentos de reflexión, Ivy se sentía agradecida por tener a Taylor en su vida, no solo como una amiga, sino como un modelo a seguir, sabía que si ella caía, Taylor la levantaría, la sostendria y no la dejaría caer de nuevo, por qué eso es exactamente lo que ella haría por la rubia.