El Destino De La Villana Es Morir.

Capitulo 8

" puedes estar en paz, pero siempre estará la tormenta asechando"

La escuela era enorme juraría que eran más de diez hectáreas de terreno, en las cuales un sin fin de edificios se posaban, jardines bien cuidados se apreciaban en cada esquina; era fabuloso.

Tenían el suficiente tiempo para visitar los lugares que llamarán su atención pero decidieron ir a los salones donde pronto tomarían clase, para su fortuna estos aún estaban vacíos; hasta que llegaron al campo de entrenamiento.

Takemichi quedó fascinada y no puedo evitar recordar el gran coliseo Romano, esa instalación era tan parecida a ese lugar historico en el mundo real.

Se adentraron por una de las tantas puertas y como pensó era aún más enorme por dentro, asientos para espectadores, una gran área de combate y espacios al rededor para entrenar, al igual que salones de entrenamiento; era increíble.

Inui se separó de ella, apartando sus manos de su brazo, lo cual llamo su atención -debo ir por Kokonoi, por favor espere aquí princesa - el chico le señaló uno de los asientos, ella inclino su cabeza con duda y el de inmediato entendió - están entrenando, podrían lastimarla, aquí no puedo usar mis habilidades tan libremente, así que por favor espere aquí -

Takemichi hizo un puchero pero asiento, ambos se separaron; sin pensarlo mucho se acercó para ver aún mejor el centro del lugar, había personas practicando.

Admiraba la batalla "amistosa" que tenían ambos chicos, enganchando se por la forma en que el pelinegro movía su espada contra su oponente, el peli-rubio no se quedaba atrás no vacilaba al lanzarle hechizos; un mago quizás.

Recargo su rostro en sus palmas, con una sonrisa boba -si tan solo pudiera usar magia... Podría largarme de aquí con un hechizo - suspiro, dándose la vuelta dispuesta a esperar a Inui en el asiento asignado.

- YA TE DIJE QUE NO CORRAS - no reconoció esa voz, pero el fuerte impacto que recibió después de eso le dolió - HINATA, CUIDADO-

Escuchar aquello la desoriento aún más -¿Hi...Hinata? - Takemichi había caído al suelo de espaldas, sintió un dolor en su nuca, pero antes de que pudiera reaccionar a aquello; el golpe de la realidad le llegó, este no era su mundo, está no era su vida. La dueña del lugar y la protagonista era...- ¿Hinata Tachibana? - levantó su mirada y esos ojos durazno la miraron.

Él se levantó de inmediato, limpiando su vestido; se había rasgado de atrás. Takemichi noto como Hinata aún estaba en el suelo, al parecer cubriendo su rostro, se había sentado. Noto como su cuerpo tembló un poco al admirar a la protagonista del libro, negó rápidamente - todo estará bien... ella aun no me conoce - pensó para sí mismo antes de acercarse a Hinata - ¿estas bien?, ¿te has lastimado? - 

Hinata estaba sangrando de su nariz, al parecer por la caída se había golpeado, la peli durazno alzo su mirada. Quedo encantado por esos inigualables ojos azulados que lo miraban con suma preocupación; su corazón dio un vuelco, estaba a punto de aceptar la mano que se aproximó a ella, pero la voz de su hermano la detuvo. 

-NO LO TOQUES- Naoto había llegado, y al ver aquella escena le helo la sangre, conocía la reputación de Takemichi y ver a su linda hermanita herida y con aquella problemática mujer, no le agrado demasiado - HINATA, NO TE LE ACERQUES - 

Naoto aparto bruscamente a Takemichi haciéndola caer de nuevo, pero esta vez lastimándose su muñeca, había caído sobre su mano soltando un quejido por el dolor provocado. -PRINCESA - la voz de Inui resonó en el lugar, Takemichi levanto su mirada, el chico junto a otros dos habían llegado, era Kokonoi pero al tercero no reconoció.

Inui de inmediato llegó a su auxilio, miro su rostro cubierto de polvo y una mirada juzgadora se poso en los hermanos, el pelo rubio se levantó de su lado y empujó bruscamente a Naoto -¿Que te pasa?, ¿Sabes a quien has lastimado?, ¿Quieres que te mate? - el pelinegro no decía nada solo apartaba bruscamente las manos que lo hacían retroceder.