9|| Mal de Amores

183 31 18
                                    

•°✧ ✧°•Mal de Amores •°✧ ✧°•

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

•°✧ ✧°•
Mal de Amores
•°✧ ✧°•




El barrio se le hacía aun más triste mientras caminaba, su ánimo había quedado por los suelos desde esa mañana

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El barrio se le hacía aun más triste mientras caminaba, su ánimo había quedado por los suelos desde esa mañana. Candy jamás peleaba con Aldana, no era algo común en ellas, porque ambas acostumbraban a hablar todo aquello que les molestaba. Y si tenían desacuerdos los resolvían en ese mismo momento, pero nunca era algo serio, nunca se distanciaban. Sobretodo, Candy nunca había visto una cara de decepción tan grande como la que Aldana le había dirigido mientras Josefina develaba la gran trampa de Antonella.

Y Candy sabía perfectamente que ella no había tenido nada que ver con todo aquel plan, ni siquiera estaba enterada. Pero eso no quitaba que se sintiera en parte responsable por todo el mal momento que habían pasado no solo Aldana, sino todas las populares.

Así que luego de que las clases terminaran, decidió encaminarse hacia la casa de la que esperaba que aún fuera su mejor amiga, para disculparse por haber permitido que algo así pasara.

Cuando ya estaba cerca de llegar a su destino, una figura familiar se hizo presente en su campo de visión e hizo que su respiración se atascara en su garganta. Era el mismo chico que había conocido más temprano, si no recordaba mal, era Bruno. Y se acercaba hacia donde estaba ella, haciendo que comenzara a caminar más rápido, no quería hablar con nadie.

—¡Ey! —escuchó la voz del muchacho, haciendo que se helara pero siguiera su paso de todas maneras—. ¿Candy?

Esta bien, no quería hablar con nadie, pero su abuela le había enseñado modales e ignorar a alguien no le haría quedar muy bien. Así que soltó un suspiro contenido y volteó lentamente.

—Ey —saludó tímidamente—. Bruno, ¿no?

—Ese es mi nombre, si —asintió.

—Ah... —soltó por lo bajo—. ¿Necesitabas algo?

—No, no —negó mientras sonreía—. Solamente te vi y quería saludarte, hoy no tuvimos la oportunidad de hablar.

—Ah, si, no —río cortamente—. Estaba en otra, pero bienvenido al barrio... y al colegio, obvio.

a new world | patito feoWhere stories live. Discover now