Eliza [Richard x George - Piggy]

(Dinosaurio)

El chico se preparó, puso un pie detrás del otro y estiró su brazo hacia atrás, para finalmente lanzar la bola y dar en el blanco.

—¡Bien! —Grito entusiasmado, mientras Georgie se agachada junto a la máquina del arcade para recibir los tickets.

—Dios, que buena puntería.

—Lo se, soy muy bueno —Presumió Richard, girando su brazo para soltarlo despues del lanzamiento— ¿Cuantos tickets faltan para ese peluche de dinosaurio que quieres?

—Veamos... 36.

Richard pensó un poco, mirando las máquinas a su alrededor, hasta que en una esquina del arcade vio una maquinita de basketball, tomando el brazo de Georgie y arrastrandolo hacia allá.

—¡Estoy listo! Estas máquinas suelen ser fáciles, sacaremos lo que falta de aqui.

Georgie asintió, mientras miraba a su amigo comenzar el juego e intentar asestar pelotas sin pausar.

—¿Sabes? Zuzy dijo que te invitaría a la próxima pijamada.

—¿Enserio? Que bien —Murmura Richard, intentando mantener la concentración en el juego.

—Si, dijo que ya estaba lista para pasar página o algo así, así que... ¿Pijamada la próxima semana?

—Si, claro, solo no dejen que William y Didier duerman en la misma cama —Se burló, chasqueando la lengua porque se había distraído con esa burla y fallo un tiro.

—¿Que? No, viejo, ellos ya terminaron.

Richard rápidamente volteo hacia el con sorpresa, aunque no se dio cuenta de que sostenía la pelota entre sus manos y la lanzo al rostro de Georgie, quien rápidamente se quejó y se sostuvo la nariz con dolor

—¡mierda! ¿¡Estas bien!? —Exclamó, acercándose rápidamente a el y sosteniendo su rostro entre sus manos— Pero, ¿como que terminaron?

—S... Si, Dios, mi nariz... —Soltó un quejido, desviando los ojos— Didier dijo que después de ver lo que pasó contigo y Zuzy, no se sentía del todo cómodo en una relación, por lo que hablo con William y terminaron todo bien.

—¿Todo bien?

—Si, William entendió que Didier necesitaba tiempo para si mismo, y tampoco se sentía a gusto en la relación —Suspiro, apartando las manos de Richard de su rostro.

—... Lo siento, ¿duele mucho?

—Claro que si, idiota.

Richard sonrió suavemente, para luego soltar una pequeña risa y sobar la nariz de Georgie.

—Perdon, pero ya tenemos los tickets, ¿te parece bien si vamos a buscar tu dinosaurio y luego... No se, te invitó un helado?

—Quiero un completo, con todo.

—Concedido, vamos cerdito.