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Capítulo 100 Dejar el equipo

"El niño tiene hambre otra vez". Esta es una declaración. La familia de Wei Xiangdong tuvo suerte de ser rescatada por los soldados a tiempo, y mucho menos tuvo tiempo de regresar y ordenar las pertenencias del niño.

El niño tiene hambre desde anoche, suele beber más de 800 ml de leche al día, más una ración de cereal de arroz, pero ahora ni siquiera tiene comida para los adultos y mucho menos para los niños.

"¿Puedes consolar al niño? ¡

Estoy llorando tanto que me está dando un infarto!" "¿Sabes qué es un niño? ¿Un niño que es obediente y razonable se llama niño? Piénsalo, él también hambre. Nosotros, los adultos, todavía podemos tener hambre. Tolerancia, ¿qué sabe un niño? ¡Definitivamente llorará cuando tenga hambre! "

"No siempre podemos ser así. Es tan ruidoso que no todos pueden descansar".

"Hay "No es necesario para todos. Creo que eres el único que lo está haciendo".

Había algunos en la multitud. Algunas personas se quejaron del llanto de sus hijos, pero algunas también hablaron... Wei Xiangdong se disculpó con todos.

"Oh oh oh" Heng Yuling sostuvo a la niña en sus brazos con angustia y siguió persuadiéndola.

La niña tenía tanta hambre que lloró desgarradoramente, Zaizai se asustó tanto al verla llorar así que incluso quiso llorar a pesar de que se sentía agraviada.

Yun Yang sacó silenciosamente de su mochila dos pequeños biberones de leche líquida específicamente para bebés y niños pequeños, que también estaban almacenados antes en una tienda de suministros maternos e infantiles y que no se habían utilizado.

Cada vez que pienso en una leche líquida tan conveniente después de preparar la leche en polvo, ahora este pequeño se ha convertido en el primero en probarla.

Heng Yuling estaba persuadiendo a su hijo con angustia cuando de repente sintió algo de hormigueo en su muslo. Miró ligeramente su frente, abrió mucho los ojos, pensó en algo y miró a Yun Yang.

Yun Yang abrazó al niño y asintió vagamente.

Yunyang le dio dos biberones de leche líquida, junto con chupetes para beber leche.

Estaba feliz de hacerlo como si fuera sólo un pequeño esfuerzo para ella, un pequeño favor que no lastimara sus músculos ni huesos.

Wei Xiangdong, que estaba justo al lado de Heng Yuling, naturalmente vio las acciones de Yun Yang. Sus ojos también se llenaron de gratitud y su voz casi se ahogó: "Gracias, muchas gracias".

El niño tiene tanta hambre. El pilar de El apoyo era el más incómodo y cada grito era como un cuchillo grabado en su corazón.

Yun Yang sonrió y sacudió la cabeza, sin decir nada.

Yun Yi todavía permanecía a un metro de madre e hijo. Cualquier perturbación y factor que pudiera amenazarlos a los dos estaba bajo su control.

Después de beber suficiente leche, Hengheng finalmente dejó de llorar y durmió lo suficiente. Los dos niños se sentaron en los brazos de su madre y se miraron.

Era la primera vez que Zaizai estaba tan cerca de un compañero de su misma edad: saltó a los brazos de Yunyang y trató con todas sus fuerzas de ponerse de pie sobre sus pequeñas rodillas.

Yun Yang lo ayudó a levantarse. Zaizai no podía moverse todavía, pero su pequeño cuerpo ya se inclinaba hacia Hengheng.

Sus pequeñas patas blancas sostenían la mano algo oscura y delgada de Hengheng, y él sonrió tanto que la saliva goteó de su boca. Yun Yang inmediatamente se la secó con el pequeño pañuelo en su bolsillo.