cap 6

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Al terminar de asegurarse de que no tendría que ser el sacerdote exclusivo de la mujer, el peliblanco al fin se dió cuenta de quien tendría que ser sacerdote

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Al terminar de asegurarse de que no tendría que ser el sacerdote exclusivo de la mujer, el peliblanco al fin se dió cuenta de quien tendría que ser sacerdote.

El afortunado fue el primer príncipe el único y legitimo heredero al trono, el amable y dulce principe alberu.

Y si bien podría parecer que no hay ningún problema con eso realmente, si lo hay pues el rubio era extremadamente agudo para notar las cosas que a simple vista pasarían por desapercibidas.

Por lo que el peliblanco tendría que actuar como un sacerdote lo suficiente débil para que no note su verdadera fuerza, pero lo suficiente fuerte para que el príncipe no se cuestione como llego a su puesto.

Lo cual era dificil pues el rubio era demasiado agudo y inteligente como para que si se llegase a equivocar en el más pequeño detalle de su mentira lo podria notar fácilmente, lo que arruinaría su plan si se equivoca.

Por lo que su única solución era quedarse tan quieto como una estatua y tan silencioso como el aire, esto para que el rubio no le tomara la suficiente atención y simplemente le hiciera caso a Choi Han y su grupito de punks.

Y Haci finalmente el peliblanco podría vivir su vida más holgazana y pacífica al lado de los niños, y talvez podría intentar buscar una forma de poder vivir lo mismo que ellos o morir antes que ellos.

Apesar de que el pelirojo sabía que era egoísta pensar así el no podía evitarlo, pues había pasado tantos años criando y viendo crecer a esos niños que la sola idea de tener que volver a vivir lo mismo que en el pasado lo aterraba de una manera que lo hacía temblar.

Dejando de lado sus pensamientos el peliblanco se dió cuenta que ya era hora de que la familia real hiciera su magnífica entrada, por lo cual era hora de que empezara su acto.

Rápidamente acomodo su capucha de forma que se viera solo una pequeña parte de su cara, esto lo hizo con la intención de evitar ser reconocido por la princesa Alisha pues aquella mujer estaba lo suficiente obsesionada y loca como para reconocerlo con tan solo ver su cara incluso si su pelo y ojos están teñidos, sin contar claro que con la herramienta de perturbación de mana ya no tendría más tinte en los ojos y en el cabello.

Y no podía darse el lujo de que aquella mujer lo reconociera y se interpusiera en su camino, pues su plan exigía tener toda su concentración en si mismo, en los ciudadanos y en las bombas sin contar las variables.

Debido a que con un solo error no solo podría morir una sola persona sino que cientos pues las bombas de mana tienen una alta taza de mortalidad.

Una sola equivocacion y el riesgo sería demasiado grande, lo cual no era nada emocionante incluso el peliblanco podía decir con certeza que seria una estúpida carga de la cual no podría deshacerse rápidamente.

Está vez soy un diosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora