Capítulo 1

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El día había amanecido normal.
Ramón y el resto de BTS se habían despertado, preparado y montado en la furgoneta que iba de camino a el edificio de la Big Hit Entertaiment.
Ramón revisaba los comentarios de su último shelfie que había subído a twitter el día anterior sin fijarse en nada.
Había hecho aquella ruta tantas veces que ya le resultaba fácil hacerla sin mirar a nada, pero esta vez algo se interpuso en su camino. Cuando quiso reaccionar ya era tarde.
Había chocado con alguien.
Su teléfono cayó al suelo con el resto de cosas que llevaba la otra persona.
-Aish! - se quejó-. ¿Estás bien?- preguntó mirando a la persona con la que se había chocado que había caído al suelo.
Era una chica europea, muy curvilínea de esas que a él le volvían loco. Le miraba con unos ojos sorprendidos y profundos.
-S... si, gracias estoy bien- tartamudeó ella perdiendose en sus ojos rasgados-. ¡Mira que desastre!- exclamó después de ver sus cosas en el suelo tras intentar esquivar la mirada de él.
Ella empezó a recoger los productos de peluquería de las cajas que cargaba antes y o bien rodado o botado por el suelo.
-Deja que te ayude- dijo Ramón con una voz grave y profunda mientras sin esperar respuesta se agachaba a ayudarla.

La chica coge el móvil de Ramón y le pregunta:
-¿Es tuyo?
-Si- contesta él mirandola a los ojos que le tenían completamente perdido desde que los vió.
Ella le sonríe y extiende el móvil ante ella y él lo coge mientras sus dedos entran en contacto su corazón se acelera.
La chica intentando esquivar su mirada de nuevo mira al reloj:
-¡Dios mío! ¡Llego tarde a la reunión!
Ella carga sus cosas a toda prisa y sale corriendo con las cajas dejando a Ramón sin nada que decir y prendido de su aroma.
De repente Jungkook se hacerca a él.
-¿Qué haces en el suelo?- le pregunta.
-¿Sabes quiénes son las chicas que visten de negro?- esquiva Ramón su pregunta mientras se levanta.
-Son las peluquéras, estilístas, maquilladoras, etc. ¿Por qué?
-Nada. Me acabo de fijar en lo que se esfuerzan por nosotros y lo poco que las valoramos...
-¿Crees que deberíamos hacerles lo mismo que Suga les hizo a nuestras fans por su cumpleaños?
-Algo parecido, sí. Ya pensaré en los detalles después de practicar.
Todo el grupo subió en ascensor a la sala de ensayos y estubieron allí practicando la nueva coreografía durante 5 horas.
Tras salir de ensayar BTS decidió ir a cenar pero Ramón desganado reclinó la invitación y decidió coger un taxi para darse una ducha en casa.
Ese olor y ese tacto electrizante seguía presente en su piel.
Salió de la ducha y los chicos no habían vuelto así que decidió dar un paseo.
Se puso una camisa blanca con pequeños corazones azules estampados y unos pantalones vaqueros a juego con el color de los corazones de la camisa.

Tras media hora de paseo aburrido decidió entrar en un bar. Ya eran pasadas las 8 y no conseguía ni que le llegase inspiracion ni despejarse la mente de la mirada de aquella chica.
Ramón ajeno al exterior pidió un mojito al chico de la barra. Tras un par de sorbos una conversación más alta que las demás llamo su atención y entornó sus ojos celosamente para ver que pasaba.

-¡Por favor, lo suplico! ¡Llámame y quedemos otro día! ¡Fue una noche inolvidable!
Ramón miró al muchacho con asco y luego sus ojos se dirigieron a la cara de la dulce y sensual voz que resonaba por el local y era escalofriantemente similar a la de aquella chica que no queria salir de su cabeza.

-¿Se puede saber quién eres? En mi vida me he podido acostar con un pardillo como tú. ¡Pierdete y no me confundas más con alguna puta barata!

El muchacho hacerco la mano al pecho de la chica con intencion de agarrarlo, esa acción hizo que Ramón se levantara de un salto cual resorte con intención de defenderla, pero la chica cogio al chico de la muñeca y la torció hasta oír un crack, acto seguido salió del bar con un taconeo fuerte y seguro.
Ramón no daba a basto con lo que veía
¿Era ella o habría bebido de más?
Pagó la copa y salió corriendo mientras buscaba con la mirada a la chica, pero fue en vano. Se había desvanecido cual humo de un cigarrillo.

Ramon logró llegar a el apartamento de BTS sin muchos problemas, pero había quedado completamente embobado. Aquella chica tenía ese color de pelo castaño que destacaba entre el color natural negro coreano, pero esos ojos por muy similares que fueran no reflejaban para nada esa mirada inocente de aquella chica que su cerebro se empeñaba en recordar.
Casi sin darse cuenta se aseó y se acostó.
Al día siguiente le costo levantarse más de lo habitual.
J-Hope, Jin y Suga tuvieron que insistirle durante minutos. Tras hacer de él una empanada viviente se levantó, se preparó y se montó en la furgoneta desganado.
Jungkook le dio una palmada en el hombro y le dijo:
-¡Anímate! Hoy solo tenemos cita con la diseñadora y el resto del día es de composición libre, eso a ti te encanta, vamos sonríe.
-Gracias kook- dijo él mientras subía ligeramente las comisuras de los labios.
-¡Eso no es una sonrisa en condiciones!- exclamó J-Hope escandalosamente, como sólo él sabía, mientras le saltaba encima y comenzaba a poner caretos.
Ramón no quería hacer sentir mal al grupo y comenzó a reír secundado por Jungkook y seguidos por el resto del grupo.

Llegaron a la Bit Hit Entertaiment.
Debían subir al despacho de Nathalie la diseñadora oficial de la Big Hit hacía ya media hora, cosa que no les sobrepreocupaba pues ella llegaba tarde siempre a todos lados.
Algún defecto debía tener insistía J-Hope.
Ramón había empezado a notar cierta tensión en el ambiente entre J-Hope y la hermosa española que diseñaba esos trajes que tanto les gustaban a ellos y a las fans.
Lo único malo que le encontraba Ramón a esas visitas al despacho eran los escalofríos que les daban a todos pasar por el pasillo anterior a este pues siempre les parecía oír los gritos ahogados y con eco de una chica en un pozo, algo que notaban todos menos J-Hope que insistía en que deliraban.

J-Hope se perdía en esa chica. En cada palabra, cada silencio, cada recta y cada curva.
Él solía ser un chico gracioso y alegre con solo su presencia lograba que se calmara los ambientes mas tensos, pero con la sola mirada de la chica hacía que se convirtiese en un chico serio y que intentara incluso impresionarla.

-Bienvenidos chicos- dijo ella cuando entraron por la puerta. Era bastante extraño puesto que ella rara vez llegaba antes que ellos-. Hoy os he ganado- dijo entre risas-. Bueno os explico un poco de que va la visita de hoy. Una vieja amiga mía de España ha hecho el favor de venir a ayudarme con el estilísmo de los diseños que os enseñé la semana pasada, por favor les ruego que sean amables con ella que tiene de coreano lo básico.
Nathalie coge el teléfono y en español indica a alguien que suba mientras se sienta en la silla de cuero, cruza las piernas e invita a sentarse en el sillón frente a su mesa al resto de miembros.

Trascurridos 4 minutos después de la llamada, la puerta se abre y una chica se asoma.

-Lo siento Nata. Me hice un lio con los botones del ascensor. Están escritos en coreano. ¿Tanto costaba ponerlos numéricamente?
-No importa. Ven sientate aquí a mi lado- dijo Nathalie con una sonrisa.

Se oyó el taconeo de una chica bien dotada que se sento al lado de Nathalie.
Las miradas de todos los componentes siguieron a la chica atónitos por su belleza. Pero aun así se notaba la sorpresa más en los ojos de Ramón que en los del resto. ¿La chica de ayer?

-Hola chicos. Encantada de conocerles soy Noelia. Conocida más bien como Ramona, sobretodo entre amigos. Sentíos libres de llamarme así si quereis- dijo ella alegre con una sonrisa muy tierna que hizo que el corazón de Ramón se acelerara tanto o más que ayer.

Mr. & Mrs. Kim IWhere stories live. Discover now