El responsable

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Ahora que por fin había salido de ese ambiente repleto de adultos con pensamientos negativos, la pequeña Anya por fin podía tener un momento para reponerse, respirando profundamente mientras intentaba tranquilizarse a si misma, mirando a los coches que pasaban al lado del autobús, al mismo tiempo que escuchaba la charla de los otros niños dentro del vehículo. Cualquier cosa que le ayudara a distraerse del sombrío panorama que le dejó el desayuno.

El transporte llegó al colegio Edén y la pequeña de pelo rosa bajó con cuidado, llevando su mochila a cuestas mientras avanza, buscando alguna cara conocida; aún cuando podía leer la mente de quien quisiera, en este momento necesitaba hablar con alguien y sentir que todo era "normal". Usó sus poderes como una especie de radar mientras caminaba hacia su salón, intentando escuchar la "voz" de algún conocido entre la multitud, pero todos los estudiantes, tanto de su grado, como superiores, repetían lo mismo dentro de sus mentes.

"Desmond..."

- ¿Uh? -La pequeña Anya miró confusa a su alrededor, intentando buscar a Damian a su por el jardín, pero no vio ni rastro de él, entonces, ¿por qué la gente lo nombraba? Tenía que saber...

"Todo es culpa de Desmond..."

Era menor que la hostilidad de los adultos, pero sin duda, era ese mismo tipo de amargura. Los estudiantes a su alrededor estaban todos con la cabeza repleta de odio y confusión.

"Mi papá lo dijo, esto tuvo que haber sido obra de Desmond..."

"Su padre se dedica al negocio de armas, seguro que organizó todo para volverse aún más rico..."

"Pretenden ser perfectos, pero los de la familia Desmond son demonios..."

Niños confundidos, que preguntaron a adultos igual de confundidos por lo que pasaba en su nación y sólo recibieron las venenosas sospechas sin fundamentos de sus padres y las tomaron como una verdad absoluta. Aunque, era muy diferente a un perico repitiendo una frase sin comprender su significado, ya que para estos niños, si sus padres les decían que odiaran algo que ellos no entendían, para todos esos jóvenes que hasta ese día, no habían tenido ningún problema contra la familia Desmond; sería increíblemente sencillo que los odiasen sin objeción alguna.

Esto llenó a Anya de coraje, haciéndola apretar los puños con firmeza. Su papi trabajaba duramente desde la mañana haciendo el desayuno hasta la noche derrotando a los malos, su madre era una asesina aterradora, pero también hacía su trabajo pensando en que lograba la paz; pero estos chicos, ninguno se estaba esforzando por llevarse bien y estaban siendo malos con alguien que nunca les había hecho nada solo porque sus padres SUPONÍAN que Donovan Desmond era el responsable. 

"Ellos no quieren la paz mundial, me hacen enojar" pensó la telépata. "Mi papi dijo que ya no tiene caso conseguir las Stellas, pero aún así, tengo que esforzarme mucho por la paz, ¡Si, Anya se va a esforzar!"

- ¡Oigan! -Alguien con un cabello como el suyo y siendo demasiado bajita, incluso para su grado, destacaba con facilidad. Por lo que al levantar la voz en mitad del patio delante de la entrada, todos los presentes giraron en su dirección con curiosidad de ver, por qué esa pequeña chihuahua parecía tan enfadada.- ¡Dejen de decir cosas sin pensar! ¡D-digo, pensar cosas sin pensar! -Se corrigió, pero todos solo levantaron una ceja en señal de duda, haciendo que Anya se pusiera nerviosa con toda la atención.- E-eh... e-este...

Comenzó a balbucear, con su cara poniéndose roja mientras más y más gente la rodeaba expectante, era difícil, ¡pero la increíble agente Anya iba a ayudar a lograr la paz mundial!

- ¡T-todos ustedes están siendo muy malos con el menor! -Aún en estas circunstancias, Anya seguía sin llamarle por su nombre.- ¡P-piensan que su familia hizo algo malo aunque no tengan pruebas! ¡S-solo se portan como unos chismosos y eso es muy feo, los chismosos no le caen bien a nadie!

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⏰ Last updated: Apr 05 ⏰

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Familia en guerraWhere stories live. Discover now