Secret Letter

Capítulo 12

Capítulo 12 
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Daren. 

Me disgustaba por completo no poder responder las cartas de Nirelle el mismo día en que llegaban, porque yo no estaba en casa siempre que el cartero pasaba. Es el primer año en que siento como mis responsabilidades me consumen por completo y me frustra toda esta situación.

La presión de las ofertas profesionales no vuelve más fácil el momento.

Los Braves me ofrecieron un lugar en su equipo, pero no es tan sencillo como imaginé, el equipo lleva toda una semana sumergido en entrenamientos para que los equipos profesionales puedan evaluar nuestro rendimiento; incluso los chicos de primero están entrenando con nosotros.

Llevo casi dos semanas sin poder leer todo lo que Nirelle me cuenta en sus cartas y comienzo a extrañarla.

Ella es ese pequeño momento de liberación dónde no siento el peso de mis decisiones. Quisiera tenerla junto a mí a cada momento y poder abrazarla hasta quedarme dormido entre sus brazos sintiendo la misma tranquilidad que siento al leer lo que escribe.

Quiero conocerla y no alejarme nunca de ella cuando decida tomar mi mano.

─¿Cómo estás, amigo? ─Suelto un quejido mientras cierro el libro que leía cuando Arien sujeta mis hombros─ ¿Te sigue doliendo?

Asiento intentando alejar el dolor.

─Ese entrenamiento me dejó destrozado.

─Es el precio a pagar si queremos ganar el campamento deportivo de este año y también si quieres jugar para los Braves. ─Asiento estando de acuerdo─ ¿Cómo están las cosas con Nirelle?

─Mal, no he podido responder sus cartas desde hace dos semanas

─¿Sus cartas?

Asentí.

─En la última carta que envíe le dije que podía escribirme las veces que quisiera y que leería cada una de sus cartas.

─¿Cuántas te ha enviado?

Me quedé callado intentando recordar las cartas pendientes de Nirelle, según recordaba son cuatro cartas. Dos de ellas las recibió Selene y el tío tuvo que quitárselas o ya las habría leído ella y hecho un resumen para mí, además de regañarme por no responder las cartas, pero en serio, no puedo mantenerme despierto más de cinco minutos cuando llego a casa.

—Son cuatro —Arien eleva las cejas sorprendido—. Si tengo tiempo las leeré en la tarde —Me recargo en la silla dejando caer mi cuello sobre el borde poniendo el libro que tenía en manos sobre mi cara—, estoy cansado.

Escucho a Arien reírse.

Claro, como él no es capitán no debe autoexigirse para motivar al resto del equipo. Si el capitán no demuestra su esfuerzo ¿Por qué el resto lo haría?

—Alégrate, Daren —Su mano palmea mi muslo, levanto ligeramente el libro viéndolo de costado antes de volver a cerrar los ojos y cruzarme de brazos. Arien hace un ruido con su boca vacilando si hablar o no—. Creo que te interesará saber que hoy no hay entrenamiento.

Mis ojos se abren de golpe y me siento para mirar fijamente a Arien.

—Repite lo que dijiste.

Mi corazón se acelera al sentir la mínima esperanza de tener libertad por una tarde y poder relajarme.

Si Arien no me está jugando una broma podré leer todas las cartas de Nirelle y tomarme el tiempo necesario para responderlas.

Incluso podría tomar una siesta.