No, marry me? || Yukierre || ADAPTACIÓN

· | Epílogo | ·

⚠️ Adaptación realizada con la autorización de la autora ⚠️

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Con el pecho adolorido, las lágrimas secas en sus mejillas y el anillo de compromiso en sus manos. Sorbió su nariz con dificultad, intentando entender el porqué e un rechazo.

Los pasos que escuchó fueron parte de su confusión.

- Uhm, ¿Pierre? ¿Estás bien? - Una voz lo obligó a levantar la mirada.

Sus ojos apreciaron por primera vez a un chico delicado, con cabello negro lacio, perfil afilado y mejillas rellenitas, adornadas por un sonrojo precioso.

- ¿Qué quieres? - Ante la brusquedad de sus palabras el chico delante de él retrocedió.

Apretando algo en sus manos, algo que apenas se había dado cuenta era el topper que abrazaba. Y la carta arriba de este.

- Solo quería darte algo. - Extendió el almuerzo.

Notó las manos pequeñas. El barniz azul pastel en sus uñas y los deditos delgados que tenía.

Lo tomó en sus manos frunciendo el ceño, que él recuerde su novio era él único que le mandaba cosas así.

- Gracias.
- Pedro - El apodo lo confundió, observando de nuevo al chico. - Lo siento, no quería incomodarte. Solo, me pareció lindo lo que hiciste. Nunca creí que podías poner flores en el suelo para que llegaran a ti.
- Si vienes a burlarte es mejor que te alejes de una vez. - Gruño enojado.

No era lindo que te rechazaran, y e algún modo se sentía muy herido sabiendo que no volvería a tener a Charles. Ni siquiera a llamarlo novio.

- N-No... Y-Yo-
- Vete, agradezco lo que hiciste por mi pero no necesito de alguien más. Por ahora lo que menos quiero, son personas a mi alrededor que critican a las espaldas.

Su comentario, la forma tan brusca de elevar su voz para dejar en claro lo que quería.
Miro abajo, pensando que el chico que estaba ahí ya se había ido. No quería hablar con nadie, no podía seguir adelante si los demás estaban ahí.

- Lo siento. - La voz quebrada. - Creí que... podría ayudar pero... ya veo que no.

Una pequeña reverencia, para girar y empezar a correr.

Pierre solo levantó la vista, observando como algunas personas esperaban al chico que acababa de correr, sin embargo al parecer las empujó para irse y no contestar sus preguntas.

- ¡Yuki, espera!
- ¡Por eso le dije que no le hablará!

Se levantó, con el almuerzo en sus manos. Mirando los pequeños detalles. Y la carta azul que parecía reposar en el nudo, las letras que una vez vio.

Frunciendo el ceño, varias veces había visto ese tipo de cartas en la basura. Había preguntado pero su ahora exnovio no lo dejó nunca leerlas. Sin embargo, siempre las metió debajo de la cama y hasta ahora se acordaba de ellas.

Abrió la carta, recorriendo la hoja con la yema de los dedos. Abriendo sus ojos en grande ante los adornos a los lados. El detalle lindo.

Querido Pierre Gasly (Pedro Gaseoso para mí)

Soy Yuks, de nuevo. Esta es la carta número treinta y dos que hago para ti. Y por obviedad, la última que escribiré.

No te aburriré con las palabras cursis que siempre escribí para ti, al contrario. Será mi despedida, porque sé que es muy tarde para declararme. Es decir, no me conoces. Y yo apenas y tengo un crush contigo. Así que, quería que solo supieras los sentimientos de un chico como yo puede ofrecerte.