La Revolución Francesa

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Kyle e Ismael estaban golpeándose, diciendo groserías en su idioma y tratando de matarse, volteé mi mirada y dos consolas estaban destruidas:

El Xbox y el Nintendo 64.


Amaba el Nintendo 64 de Kyle, sentí algo recorriendo mi ser, como un ácido, como la novocaína.


Tiré mis cosas al suelo y me abalancé a los dos, con la palma de mi mano en su cara aparté a Kyle y le di un puñetazo a Ismael, y otro y otro...

De repente sentí un golpe bastante fuerte, volteé y era Vlad.


Movió la escoba con agilidad y me apuntó: -¿Quieres entrarle?


-Non. –respondí quedo. Volteé mi mirada y todos, incluyendo Amme me estaban volteando a ver desaprobadoramente, lo había vuelto a hacer.


-Bene. –se volteó dirigiéndose a los demás preguntó -¿Alguien más quiere entrarle? –todos negaron con la cabeza. –Entonces resolvamos esto como cualquier macho.


Con la escoba señaló el NOVOCAINE.


Esto, realmente no era lo que esperaba. Hans se acercó a mí y me ayudó a levantarme. -¿Estás bien, gemelo? –preguntó nervioso, me invitó a sentarme y me explicó todo:

Ismael había besado a Amelie (antes a Kyle le encantaba Amme), y Kyle se había molestado mucho porque lo hizo descaradamente, sin el consentimiento de ella, al tratar de decirle sus cosas a Ismael chocó con el Xbox de Ismael y éste, enojadísimo, pateó el Nintendo 64 de Kyle.


Sabía que si le preguntaba la versión a Ian o a Yusuf, me dirían otra cosa muy diferente. No confiaría en ellos.


Vlad se conectó junto a mí y me susurró: "Pelea tus propias batallas".


Volteé del otro lado para evitar su comentario y vi a Annette derramar una lágrima, puse los ojos en blanco y luego sentí la inyección que ahora amaba.


Sentí la novocaína recorrer mis venas y me sentí aliviado, me sentí liberado.


Mi oportunidad había llegado y no la podía desperdiciar. Oscuridad. 


Locura.


Esperaba que, como en los otros demos, este lo pudiéramos elegir, pero era obvio que ninguno quería ser de la nobleza, Irving pensó muy bien en eso.


Tan bien, que hizo una maldita rueda de la fortuna para decidir quiénes iban a ser el equipo de quién.


Cuando vi el resultado quise arrancarme el cerebro.


Nobles:

Hans M.

Ian L.

Ismael B.

Vlad C.

Christian L.


Pueblo:

A. Zail

Kyle M.

Yusuf WC

Marshall R.

Annette C.


Nuestra misión, matar al otro equipo y proteger a toda costa el nuestro, era por tiempo, 5 minutos, y quien tuviera más muertes perdería, además, se borraron las otras tres vidas que nos correspondían en toda la Edad Moderna y sólo nos quedó una.


La ventaja de ser un fuckin' noble era que tu armamento estaba limpio, más filoso y tenía dijes de oro hasta en los zapatos.


No soportaba que Ismael estuviera en mi equipo, por mí, dejaría que lo mataran, pero Vlad también estaba en el equipo y me iría peor.


Por suerte tenía a Hans, él, a pesar de no ser un as en los videojuegos, era un poco de esperanza en mi cabeza.


Cada vez que volteaba a ver a Ismael, una de mis vocecitas decía "córtale la cabeza, no en este maldito programa, en la vida real".


El escenario de la batalla era en el palacio de Versalles, los pueblerinos estarían escondidos y listos para atacar y nosotros los nobles tendríamos que recorrer el palacio para matarlos.


No soportaba la idea de tener que matar a Annette, ni a Zail, ni Kyle. Quería que alguien más los matara, no yo. O simplemente que ellos ganaran, pero eso...


Eso me costaría mi vida, el NOVOCAINE.


10


No le daría ese lujo a cualquiera.


9


Saqué mi espada y la blandí en el aire.


8


Recordé cuando Arwyn jugó con nosotros.


7


Antes...


6


Cuando éramos todos amigos.


5


Cuando no tenía que matarlos.


4


Se me escapó un sollozo.


3


Era un egoísta.


2


Pero aun así...


1


Ganaría.


¡Comiencen! 

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