21 - ¡Soy Rico!

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Volví a entrar en el gremio.

Y como un Deja vu, todas las personas en el gremio volvieron a rodearme con miles de preguntas sobre el encargo.

Si no fuera por la intervención de la maestra del gremio, creo estaría el resto del día atrapado.

Ahora me encontraba en la oficina de Rebecca. Justo cunado me senté, ella me dio una sonrisa genuina con los ojos cerrados mientras decía;

— ¡Bienvenido de vuelta, Crane-sama!

Me quedé por un segundo en silencio tratando de que no se me subiera a la cabeza.

Ha pasado mucho tiempo desde que alguien me recibía... No se siente nada mal.

— Completé el encargo — Saqué de mi bolsa todas las cabezas de los Orcos y Minotauros.

— Veamos... 1,2,8... Sí, 14 Orcos y 6 Minotauros. Buen trabajo Crane-sama.

Ella sacó una bolsa llena de monedas de oro. Empecé a contarlas mientras ella hablaba.

— Son 150 monedas de Oro por el encargo. Si desea convertir algunas monedas en plata o bronce, el gremio puede hacerlo, solo vaya abajo a recepción.

Asentí con la cabeza mientras seguía contando.

— ¿No confías en mí? — Ella infló sus cachetes con un tono bromista y triste.

Terminé de contar. Está todo.

Guardé la bolsa pero ella de pronto sacó otra, mucho, MUCHO, más grande.

Era del tamaño de una bolsa de basura llena. Sentí curiosidad, y justo cuando la abrí, casi me recuesto en la silla del shock.

También estaba llena de monedas de oro. Fácilmente había más de 1000 monedas adentro.

— Vendí la mitad de los núcleos de Gólems, aunque los vendí a diferentes sitios por separado, creo que es mejor esperar un tiempo para venderla la otra, así nadie sospeche.

Revolví las monedas que había dentro, todas de oro. Eran demasiadas para contar.

Sin duda fue un gran esfuerzo para ella lograrlo en menos de una semana.

Me habría conformado con solo un cuarto de las ventas.

... Realmente lo aprecié.

— Claro que, si no confías en mí — Ella se apoyó en su escritorio molesta — Puedo darte los núcleos restantes y venderlos cuando quie..

— No. Confío en ti para cuidarlos.

Rebecca veía el fuego frente a ella como si fuera un espejismo.

En todo el tiempo que lleva conociendo a este fuerte aventurero, ella creía que solo lograría una relación estrictamente de negocios.

Estaba un poco triste por eso.

Si bien ya no quería del todo reclutarlo para su familia. Tampoco quería ser únicamente conocidos.

En las pocas oportunidades que ha visto a otros hombres fuertes. Ella siembre estaba decepcionada.

O eran arrogantes, mujeriegos y molestos. O peor, viciosos y crueles. La fuerza que ellos tenían o sus contactos, le daban el permiso de hacer lo que quisieran sin preocuparle las personas.

Pero el hombre frente a ella era diferente.

No se molestó cuando dudaron de su rango y se contuvo para no lastimar a sus muchachos.

Tampoco fue malvado con las personas en el gremio, y aunque al conocerlo fue muy aterrador. Se disculpó al día siguiente, a pesar de que también tuve la culpa en eso.

De un simple abandonado a uno invencibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora