La gema mistica (primera versión)

8-Primer Integrante

Y quedamos solo nosotros.

Me quede mirándole unos segundos, esperando que me dijera algo pero no pasó, entonces agarre la sabana, me cubrí y le di la espalda.

Quería estar sola un rato. Después de lo que acaba de suceder es comprensible ¿no?

Y espero a que se vaya pero en cambio escucho el ruido de una silla moviendose en mi habitación, me muevo un poco para poder ver el porque del ruido.

El tiene una silla en sus manos, la ubica a unos centímetros de mi cama y luego se sienta en ella.

-¿Qué estás hacien...-pregunto pero el me interrupe

-Lo siento

Pestañeo un par de veces, no esperaba eso.

Volteo completamente y empiezo a hablar.

-No tienes que disculparte

-Si tengo-dice, y baja la mirada-nos contaste de tus padres, debió ser duro. Yo...te entiendo en eso, perdí a mi mamá de niño se lo difícil que pude ser y sobre todo ahora, con las criaturas.

Siento como si se me encogiera un poco el corazón cuando menciona a mis padres.

-Hubo un momento en el que me iba a ir, no fue porque no te creyera sino porque me costaba procesarlo, me dijiste que me ibas a explicar y lo estabas haciendo, pero yo empezaba a relacionar las cosas y eso solo significaba que tú ibas a salvar el planeta, y era...no lo se ¿increíble?

Lo miro durante un momento desconcertada tratando de procesar lo que dice.

Entonces, no se fue porque no me creyera...

-¿T-tu me crees? -balbuceo y trato de limpiarme las mejillas mojadas con el dorso de la mano-¿Enserio?

-Sí...y creo que también mi papá, pero le cuesta procesarlo.

Entonces ¿Estaba teniendo un crisis por nada? genial

-Aun así, dudo que quiera que vaya al refugio.

-Puedo intentar convencerlo.

Le sonrío tristemente y asiento.

No creo que pueda hacerlo, estaba muy decidido.

El me de vuelve la sonrisa pero no con tristeza, y sale de la habitación.

Yo vuelvo a recostarme en mi cama.

• • •

Hoy voy a darle una respuesta a Erick.

Estaba en mi habitación, con los nervios de punta, esperando noticias de Nicolás. Empezaba a plantearme si debería escapar, por si no lograba convencer al señor Daniel, no era taaan buena idea pero estoy decidida.

Justo cuando comenzaba a formular otras ideas Nicolás abre la puerta con tal brutalidad que casi caigo de la cama espantada.

-¡¿Pero quieres matarme del susto?! -chillo, con el corazón en la garganta.

-Lo siento, lo siento -se disculpa, acercándose con una sonrisa triunfante-. Logré convencerlo.

Me levanto de un brinco de la cama emocionada, en el proceso las sábanas terminan en el piso pero le resto importancia

-¡Eres el mejor!-lo señalo con una gran sonrisa—Te debo una, gracias.

Voy al armario, que abro con brusquedad y busco algo decente entre mi ropa. Aun seguía en pijama.

Saco unos vanqueros y una playera negra holgada, los tiro en la cama con entusiasmo. No es el mejor outfit, pero es lo que hay.

Volteo y el sigue ahí.