Aunque su cabello negro y su cuello ondeaban al viento, el chico alto y delgado permaneció inquebrantable.

Se queda quieto con un rostro hermoso como una obra maestra.

El método de enseñanza del maestro de esgrima adjunto por el Señor Lombardi era ligeramente diferente al de los otros caballeros.

Además, no aplica la ley para hacer ruidos fuertes y no enseña a los estudiantes descuidadamente.

Más bien, Pherez pasó gran parte de su clase meditando así.

Hace un rato, se trató de reconsiderar los lugares en los que practicaba con el maestro en su mente.

Pherez era un tipo trabajador que tenía un talento innato.

A veces, la clase de esgrima se ve obligada a detenerse.

Pero hoy fue un poco diferente.

La profesora de esgrima de Pherez, Juves, miró con extrañeza al discípulo que no podía concentrarse en la clase.

Desde el punto de vista de la enseñanza, un estudiante que absorbe todo a un ritmo tan rápido a veces se distrae de esta manera.

Fue porque veía así a Pherez todos los días.

Al final, dijo la Juves con un pequeño suspiro.

— Suficiente por hoy, Su Majestad.

Para alguien que no puede concentrarse en el movimiento del viento.

Pherez cerró obstinadamente los ojos y negó con la cabeza.

— Haré más.

Han pasado casi tres años desde que recuperó su legítima posición como príncipe.

Ahora está bien vivir un poco más cómodamente.

La aparición del Segundo Príncipe, que todavía está entusiasmado con la esgrima y el estudio, hasta el punto de que se sospecha de una obsesión compulsiva, preocupó un poco a quiénes lo reodeaban.

Juves quería quería creer que era bueno.

Mientras tanto, Pherez no se había tomado un solo día libre de la clase de esgrima, por lo que Juves pensó que debería hacer que el Segundo Príncipe descansara.

— Sigues perdiendo la concentración y la compostura, pero solo imitar es inútil. Baja la espada.

Al final, Pherez abrió lentamente los ojos.

A través del cabello oscuro que soplaba al viento, aparecieron ojos más brillantes que los de Ruby.

Pherez, que tiene trece años, ahora es un niño, parado allí, con una apariencia muy hermosa.

A veces era demasiado y la realidad se degradaba.

Pero para Juves, que había pasado muy de cerca por Pérez, sabía que este hermoso chico era en realidad un hombre al que le faltaba mucho.

Casi no había alegría ni tristeza que cualquier persona pudiera tener.

Incluso si lo hubiera, era débil.

Cuando Pherez expresó su expresión emocional, fue solo cuando ocasionalmente come dulces redondos o cuando mira las florecientes Flores de Bomnia.

Incluso cuando deliberadamente llevó el entrenamiento de fuerza al límite, Pherez guardó silencio.

Al respecto, incluso escuchó que incluso en clase académica su actitud era la misma.

A pesar de la increíble velocidad de crecimiento, a Juves le preocupa de dónde viene la 'ceguera' del Segundo Príncipe.

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⏰ Last updated: Mar 27 ⏰

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Seré la Matriarca en Esta Vida | NovelaWhere stories live. Discover now