Una madre para mi hijo

Kunoichi

Tenten bostezo mientras terminaba el libro numero 5 en la semana, hasta ahora su aburrida rutina consistia en comer las 4 comidas que Orochimaru le preparaba, y èl no emitia mas que sonidos de desaprobacion cuando ella no comia los alimentos en el orden que pedia. Ella aun seguia molesta por ser llamada como un pequeño roedor indefenso mientras que èl se veia a si mismo como el cazador en este trato.

Ella escucho el siseo extraño fuera de su habitacion y rodo los ojos, esas jodidas serpientes estaban afuera de su puerta esperando para lanzarse encima de ella y tratar de treparla de todas las maneras posibles. No es que ella odiara a los ofidios, de hecho les tenia bastante respeto, pero estas eran definitivamente molestas al grado de que ella penso la ultima semana en lanzarlas al fuego. Si ella estaba comiendo, treparian a la mesa, se enredarian en su cabello, intentarian entrar en su ropa a traves de las aberturas y hasta se ponian violentas unas con otras por su atencion.

Tenten podria haberse sentido alagada sino fuese porque Orochimaru le revelo hace dos dias que las serpientes actuaban asi porque estaban tratando de reproducirse con ella. Desde ese momento la castaña pensaba que unas brochetas de serpiente le vendrian bien a su dieta. 

La kunoichi se levanto de la cama y comenzo a desperesarse, queria mantener su rutina de calentamiento y gimnasia para estar lo mas saludable posible.

El golpeteo en su puerta hizo que ella frunciera el ceño, èl no llamaba a su habitacion, siempre le decia el tiempo aproximado de cada comida y luego se retiraria de nuevo al sotano o alguna otra actividad hasta la siguiente comida.

Tenten avanzo sin embargo, despues de todo èl era el capitan.

- ¿Tu implante?- Orochimaru pregunto sin rodeos notando la confusion de ella.- ¿Anulaste tu implante antes de salir de Konoha?

- Yo...- Tenten casi palmeo su rostro.- No pense en  ese detalle.

Tenten noto que el cabello de èl estaba recogido y su piel palida estaba expuesta a traves de la musculosa que portaba, unos pantalones negros holgados y unas sandalias con medias completaban la vestimenta del sannin.

- El implante sigue funcionando por dos semanas inhibiendo tu capacidad reproductiva.- Orochimaru expreso secamente y noto a la joven con su short pequeño y una remera lila.- ¿es un inhibidor o un sello?

- Un sello.- Tenten expreso y vio la expresion resolutiva de èl quien señalo a la cama.

La castaña sintio por primera vez desde que estaba aqui, que se quedaba sin alma. Sì, se resigno a que tarde o temprano tendria que acostarse con èl, pero... Kami, se sentia demasiado precipitado a pesar de que penso que a estas alturas ya estaria en proceso de embarazo.

- Recuestate, quitare el sello.- Orochimaru afirmo ingresando a la habitacion mientras sentia el cambio de ambiente que lo hizo sentirse fatigado.

Tenten lo observo unos segundos, pero despues de todo este era un sannin, reconocido prodigio en la aldea de la hoja y temido en muchas otras. No es como si un sello fuese demasiado de activar o anular para èl.

La castaña avanzo con un poco de resistencia hasta la cama y se acosto alli como si estuviera por ser examinada por  un medico. La sensacion se sintio tibia contra su piel y ella noto el reflejo verde propio del ninjutsu medico.

Orochimaru divago levemente sobre como podria ella ser tan descuidada, y para ser sincero sabia que para la mayoria de las kunoichis era desagradable tener que pasar por el proceso de embarazo, y mas si solo era por una mision.

- En unas dos semanas deberias poder quedar embarazada, hasta entonces no existe necesidad de copular.- Orochimaru afirmo colocandose de pie nuevamente.