20 - Contra el Minotauro

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Traté de pensar en un plan mientras rotaba la lanza de un lado a otro preparándome para su próximo ataque.

— Mátalo sin que lo agote todo — Este maestro... En serio me pide lo imposible siempre.

Justo cuando el maestro hablaba, el minotauro se levantó con toda su piel rojiza y su cabeza en un tono escarlata.

Supongo que ese color no es por el enojo

El minotauro tomó su hacha y la extendió encorvando todo su cuerpo. Parecía la postura de un lanzador de discos.

— Espera, ¡Esa hacha no se lanza, cerebro de vaca!

Pero ya era muy tarde.

La arrojó con todas sus fuerzas y el tono rojo que marcó por un segundo todas sus venas, se concentró en el arma.

Creando una rueda de fuego directo a mi pecho.

— ¡¿Sabes qué?! 2 pueden jugar a eso.

Recubrí la lanza con todo el maná que me quedaba. Formando una especie de flecha gigante de fuego.

La arrojé tensando todos los músculos de mi brazo.

En serio parecía una flecha.

*Estruendo*

Ambas armas en el aire crearon una explosión que se extendió por toda la zona.

El minotauro salió del humo creyendo emboscar al humano, pero había desaparecido por completo.

Miró por toda la zona buscándolo en vano. Hasta que sintió su pierna atravesada desde el suelo.

*Crujir*

— ¡Aarrgg! — El minotauro ni siquiera lo pensó mucho y usó su gran brazo para aplastar todo el espacio que rodeaba la lanza.

*Quebrar*

Dejó un cráter hondo a su alrededor. Por suerte la lanza seguía intacta y a su alrededor, una especie de sombra con la forma del humano se desvanecía hecho pedazos.

~ Sorpresa ~

Aparecí en el costado del minotauro con una daga en la mano y usé toda mi fuerza para cortar su garganta. Aunque no fue tan profundo, sin duda era letal.

El minotauro retrocedió sorprendido, trató con ambas manos de parar el sangrado. Yo recogí rápido la lanza y usé todo el Mp que me quedaba.

Si esto no lo mata, tendré que retroceder para recuperar el aliento.

Técnica N°8: Apuñalada Ígnea

*Cortar*

Con la lanza brillando su punta. Parecía que se había multiplicado en tres imágenes de la misma borrosas, una debajo de la otra.

Luego la extendí con todos mis músculos tensos y la cara casi tan roja como la del Minotauro antes. El monstruo se detuvo como si se hubiera convertido en una estatua.

Le hice un agujero perfectamente circular, entre su garganta y el pecho. Literalmente podía ver el otro lado del bosque desde ahí.

El resto de su cuerpo se desplomó al instante.

Y obviamente yo le seguí de inmediato por el cansancio.

Mi pecho no dejaba de latir como loco y si no fuera por que estaba en una zona peligrosa, me habría dejado caer en los brazos de Morfeo (Si es que existe en este mundo).

Me apoyé en la lanza para caminar y acercarme al cadáver del monstruo.

— El núcleo está en el área de su dantian. Por suerte no fallaste con ese último golpe o todo habría sido en vano.

De un simple abandonado a uno invencibleWhere stories live. Discover now