XIII.

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Toda la familia Targaryen/Velaryon se encontraban en la sala que normalmente se destinaba para el consejo.

Era momento de ponerle un alto al desastre que ocasiono el compromiso entre los príncipes herederos.

Viserys Targaryen se encontraba sentado en su lugar correspondiente, hoy no había Otto Hightower rigiendo la reunión, hoy era el mismo rey de los siete Reinos quien estaba presente.

En la sala se podía sentir un ambiente pesado y una tensión desequilibrante.

Viserys Targaryen hablaba con una voz firme y autoritaria, su mirada fija en Cregan Stark, quien se encontraba de pie frente a él, con la cabeza inclinada en un gesto de respeto.

-Lord Stark, me parece indignante y una ofensa que haya golpeado al futuro heredero del trono. ¿Tienes algo que decir en tu defensa? -inquirió Viserys, su tono denotando seriedad y expectativa.

Cregan se enderezó, sus ojos reflejando determinación mientras respondía:

-Vuestra gracia, comprendo su preocupación y lamento cualquier acción que haya resultado en una confrontación física. Sin embargo, no puedo permitir que mi honor y el de mi casa sean mancillados por un compromiso que ha sido anulado sin mi consentimiento.

Jacaerys Velaryon, al escuchar las palabras de Cregan, no pudo contener su ira y se levantó de su asiento, enfrentándose al lord del Norte.

-¡Es inaceptable que vengas a reclamar contra la decision del rey y a querer golpearme, al mismo tiempo que pusiste en peligro la seguridad de Aegon que se encontraba con nosotros, Stark! -exclamó Jacaerys, su voz temblorosa de rabia.

Cregan le devolvió la mirada con igual intensidad, sin retroceder ante la acusación.

-No permitiré que mi honor sea pisoteado por las manipulaciones políticas de tu familia, Velaryon -respondió Cregan, su voz firme y decidida.

El ambiente tenso en la sala se hacía palpable mientras Viserys meditaba sobre las palabras de Cregan y Jacaerys. Sabía que debía actuar con prudencia para evitar una escalada en el conflicto entre las dos casas poderosas.

-Entiendo las preocupaciones de ambas partes -comenzó Viserys, su voz resonando con autoridad-. Pero debemos encontrar una solución que garantice la estabilidad de los Siete Reinos y respete el honor de todas las casas involucradas.

Cregan asintió en señal de acuerdo, mientras que Jacaerys apretaba los puños con frustración, pero mantenía la compostura ante las palabras del rey.

-Lord Stark, comprendo su descontento, pero las decisiones sobre los compromisos reales no son tomadas a la ligera. Sin embargo, entiendo su necesidad de buscar justicia -continuó Viserys, dirigiéndose a Cregan-. Por ello, como gesto de buena voluntad y para fortalecer los lazos entre nuestras casas, propongo que el príncipe Aemond Targaryen, mi hijo, contraiga matrimonio con usted, Cregan Stark, para sellar una alianza que perdure por generaciones -anunció Viserys, extendiendo su mano en dirección a Aemond.

El silencio que siguió fue sepulcral, todos en la sala quedaron atónitos ante la inesperada proposición del rey. Sin embargo, antes de que alguien pudiera reaccionar, Lucerys Targaryen se levantó de su asiento con expresión furiosa.

-¡Esto es una locura! -exclamó Lucerys, su voz llena de indignación y descontento.

-¿Cómo puedes ofrecer la mano de mi hijo sin consultarlo conmigo? -Preguntó Alicent Hightower totalmente colérica.

Los murmullos y las miradas de sorpresa se extendieron por la sala, mientras los presentes intentaban procesar la inesperada propuesta del rey y la reacción airada de Lucerys.

Ámame [Jacegon]Kde žijí příběhy. Začni objevovat