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Sea cual sea tu caso, este es tu libro.
Janne, Poppy y William. Espíritus, hombres lobos y brujas. El convento de Saint Ekavine, Credoss y Adewrin. Tres personajes, tres seres fantásticos que les persiguen a cada uno y tres lugares diferentes, pero todo está entrelazado porque tienen un mismo destino. Unidos por una maldición.
Janne desea con todas sus fuerzas librarse de los espíritus que la atormentan desde hace años. Reza mañana, tarde y noche. Debe ahuyentar las voces que le indican que debe seguirlas, pero nadie la comprende. Absolutamente nadie lo hace. Su familia la ha enviado al convento de Saint Ekavine para tratar su "especial" caso, por lo que está, o eso parece, sola.
Poppy debe compartir casa con el nuevo novio de su madre, la cual no le había dicho nada hasta el mismo día en el que él se asienta allí. Además del jovencísimo y guapo mozo, le tiene muy preocupada algo que perturba sus sueños continuamente: la mirada insistente y de ojos amarillentos de un lobo negro.
William bebe y bebe sin encontrar consuelo. Un escabroso suceso de hace cuatro meses le tiene así desde entonces. Crac-crac. Y por si fuera poco, está Lif. Aquella misteriosa muchacha iba y venía, le ayudaba y desaparecía. Debería olvidarla y dedicarse a su trabajo: ser herrero. Pero la suerte no estaba de su lado, nunca lo había estado.
¡Estáis advertidos! Toda aquella persona que lea esta historia caerá en la trabajadísima narrativa de la autora, en los cuidados escenarios que dibuja y no podrá olvidar a ninguno de los personajes que componen esta historia. Porque todo y todos tienen su significado y, cuando pienses que ya está todo resuelto, que después de la tormenta llega la calma...Será una falsa alarma. Tienes un huracán que te viene de frente, que se lleva todas tus pesquisas y nuevas preguntas se harán paso por tu mente. ¿Conseguirás resolver el rompecabezas más macabro y siniestro?
A veces, y solo a veces, los cuentos se hacen realidad. No quieren decir que estos tengan un final feliz, ni siquiera un final. Crac, crac. El cuervo echa a volar.
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