Step On Me

⊰ 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐗 ⊱

Husk giró la perilla de la puerta lentamente y entró a la habitación, mirando los alrededores y la decoración, Angel se levantó de la cama y se sentó en la orilla de ésta, esperando a que Husk entrase y cerrara la puerta detrás de él.

—¿Qué pasa? —Preguntó Angel jugueteando con Fat Nuggets, quien se encontraba arriba de su cama haciéndole compañía. Angel no le dirigió la mirada a Husk en ningún momento desde que entró a la habitación.

—Estaba preocupado por tí —Contestó Husk sin rodeos, Angel se sorprendió al escuchar tales palabras venir de él, sobretodo por la seguridad con las que las pronunció —¿Ocurrió algo con Valentino?

Angel hizo una mueca de tristeza que rápidamente se deshizo en su rostro, sonrió un poco intentando que la preocupación de Husk desapareciera —No tienes que preocuparte por eso, siempre me ocurren muchas mierdas gracias a Valentino, ya no es un problema.

—Para mí sí lo es, Angel —Husk frunció el ceño, demostraba lo molesto que se encontraba al confirmar que fue causa de Valentino que Angel estuviera de ese modo.

—Estoy acostumbrado a ésto, Husk, no tienes que preocuparte, lo digo de verdad —Respondió Angel con más seriedad en su voz.

—¿Es por mi culpa? —La voz de Husk comenzó sonar apagada —¿Es por lo que te dije?

“Bien hecho, Angel, la has cagado” —¡No, claro que no es por eso! —Angel alzó un poco la voz.

—¿¡Entonces por qué ni siquiera me miras a la cara!?

—Husk...no es por lo que me dijiste —Angel apretó las sábanas de su cama intentando tomar valor —Es solo que...cogí con Valentino y...me siento tan imbécil al mirarte después de lo que hice y de saber lo que sientes por mí, y sé que te estoy lastimando diciéndote esto, pero créeme que lo lamento...y te entiendo si me odias por esto, yo también me odiaría.

Husk no sabía que decir en realidad, no estaba enojado ni decepcionado, simplemente sentía tristeza, pero no por él, si no por Angel, sin embargo, nunca ha sido bueno para consolar a alguien, sí, era bueno de cierta manera dando consejos, pero cuando se trataba de sentimientos su mente lo traicionaba, no sabía que palabras debía soltar de su boca y eso lo desesperaba, quería ayudar a Angel, decirle que por ninguna razón llegaría a odiarlo y que a pesar de todo aún estaría junto a él, era frustrante porque no sabía como hacérselo saber al contrario.

Angel estaba realmente avergonzado y decepcionado de sí mismo, por eso mismo no se atrevió a darle la cara al felino en ese momento, era horrible para él mirar el rostro de Husk después de todo lo que sucedió con Valentino en el estudio, es exactamente como haber hecho algo horrible que puede dañar a los demás y tratar de fingir que no lo hiciste, eso mismo estaba ocurriendo ahora mismo y eso lo hacía sentir culpable.
Se preguntaba a sí mismo por qué Husk estaba allí con él, haciéndole compañía después de haberlo rechazado como todo un puto insensible y de haberle dicho la situación con Valentino, pero aunque sintiera que no merecía al felino, la presencia de Husk lo hacía sentir vivo otra vez.

Sin previo aviso, Husk rodeó el cuello de Angel con sus brazos, el demonio araña se sorprendió ante tal acercamiento, sin embargo, no pasó mucho para que esa sorpresa se convirtiera en un gran alivio. Angel aceptó gustosamente el brazo de Husk, apretando el cuerpo del felino contra el suyo mientras algunas lágrimas caían de sus ojos.

—¿Por qué tienes que ser tan amable conmigo? —Preguntó Angel entre sollozos, sin intenciones de separarse del cuerpo de Husk.

—Porque te amo, Angel —Dijo Husk con una sonrisa y voz suave, acariciando la espalda de Angel intentando calmarlo.

—Pero... ¿por qué?, ¿qué tengo de especial yo? —Angel se separó un poco del cuerpo de Husk, mirando al contrario a los ojos en busca de una respuesta.

Husk se quedó en silencio algunos segundos hasta que su rostro se iluminó con una sonrisa —Te amo porque eres tú, tú eres lo especial.

Angel se sonrojó rápidamente y sonrió un poco —Quien diría que este amargado puede ser tan tierno, lindo y cursi —Husk se sonrojó y apartó la mirada, lo que causó que Angel riera. —Gracias por venir aquí conmigo, Husk, de verdad.

—No tienes que agradecerme, me alegra verte más animado —Husk se levantó de la cama de Angel y se dirigió a la puerta —Buenas noches, Angel.

—¡Oh, espera! —Angel se levantó y fue detrás de él, aclaró un poco su garganta y le sonrió —Como forma de agradecimiento dejaré que vayas como mi pareja mañana, ¿qué te parece?

—Suena estupendo —Husk rió.

—Bien, entonces buenas noches, don bigotes —Angel abrió la puerta dejando salir a Husk de la habitación.

Husk tenía una linda sonrisa adornando su rostro, al igual que Angel, quien hablaba emocionado con Fat Nuggets, el demonio araña se sentía tan aliviado de que Husk no lo viera de mala manera después de contarle lo que sucedió con Valentino, era tan afortunado de que Husk se fijara en él y decidiera amarlo.

Aunque no tenía muy claro cuales eran sus sentimientos, aún estaba aquella necesidad de mantener distancia con el felino, debido a su contrato sabía que en algún momento Husk saldría herido de alguna u otra forma, ya sea por culpa de Valentino o por culpa suya. Valentino era un desquiciado peligroso, y lo menos que quería era poner en riesgo el hotel y sobretodo a Husk, también sabía bien que si no era capaz de ordenar su cabeza lastimaría los sentimientos de la única alma que ha demostrado amarlo a pesar de ser quién es.

Angel suspiró cansado y se tiró en su cama, se las arreglaría más tarde, ya no quería seguir dándole vueltas a ese asunto, además, nada podría salir mal debido a Valentino ya que tenía días libres y no tendría que ver su estúpida cara.

¿Verdad?