«¿Tú crees que se enoje demasiado?»,
le había dicho al can, dando vueltas con un envase en las manos «Sabes, no es que realmente lo odiase, bueno, tal vez solo es que soy un poquito rencoroso. Pero, ¿eso fue una invitación, cierto?»

Calcifer gimió lastimero, aunque sus ojos seguían al omega indeciso que caminaba cuatro pasos entre la puerta y el sofá.

Después de muchos toques ininterrumpidos Louis jugueteó con sus dedos sobre la tapa del envase, pensando en la forma adecuada de dejar las cosas claras con su vecino. No podían considerarlo una cita, sería más bien una no cita, una anti cita o no salida...

En medio de su enredo mental, la puerta se abrió, dando paso a un Harry vistiendo una camisa negra a rayas con los dos primeros botones desabrochados, dejando ver un colgante simple y plateado. Le tomó de sorpresa, no le había visto un conjunto así antes. La camisa y los vaqueros eran la parte informal de su vestuario, pero el abrigo y las botas, y el cabello... con sus rizos perfectos enmarcando su rostro, todo en conjunto acentuaba su atractivo.

Siempre había sido así de guapo, al menos para Louis, no había forma en la que Harry fuera lo contrario a: alfa atractivo, caliente y suave a la vez.

—Estaba a punto de ir a buscarte.

Si no fuese porque Louis se regañó internamente una vez más, habría quedado perdido en sus pensamientos, muchos de ellos recuerdos. Se propuso buscar en su memoria un único día en el que no hubiese considerado a Harry como el alfa más atractivo del mundo. Antes de considerarle un patán, claro está.

—Lo lamento. —Se recompuso el omega. El rostro de Harry se tornó serio—. Olvidé que tengo que ir a trabajar, no podemos ir al cine. No hay cita.

Si hubiese tenido una maceta vacía justo a su lado, Louis habría enterrado la cabeza, sin dudarlo. «Torpe, ¿cuál cita?», pensó para sí mismo mientras esperaba la reacción del otro.

Con un gesto pensativo, Harry, en lugar de verse afectado negativamente, solo replanteó la invitación.

—¿A qué hora sales del trabajo?

—Ocho y veinte.

—Entonces pasaré por ti e iremos al cine por la noche.

—No vas a aceptar un "No" por respuesta.

—No este día, omega. —Sonrió.

Porque estás triste y quieres minimizarlo.

Porque necesitas compañía, aunque asegures lo contrario.

—Sigues trabajando es ese centro comercial, ¿cierto? —continuó Harry— ¿La heladería de siempre?

—En el centro comercial sí, pero dejé la heladería hace mucho.

Para ese momento Harry salió completamente de casa, le arrebató con delicadeza el envase que traía en manos diciendo: "Mis favoritas" Lo dijo y abrió el envase de tal forma que, fácilmente podría interpretarse que Harry estuviese comiendo un platillo gourmet y no solo unas galletas con mermelada. Sonreía y parecía disfrutar cada vez que masticaba.

—Entonces, ¿llevarás a Calcifer a casa? —preguntó, sacándolo de su ensimismamiento.

—Sí.

—Bien, te acompaño.

—¿No tienes nada que hacer?

—De hecho —Puso un gesto pensativo—, tengo que pasar a ver a mi jefe. Por eso del finiquito.

—¿Renunciaste? —Se oyó a sí mismo muy alarmado, por lo que carraspeó para recomponerse. Harry asintió como respuesta— ¿Puedo saber el motivo?

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⏰ Son güncelleme: Mar 17 ⏰

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El día opuesto L.S. (Omegaverse)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin