The way I loved you | 2min

Capitulo 09

Por qué no duele tanto...?

Por qué no duele como cuando pensé que ví a Minho besarse con Hyunjin...?

- Y yo pensé que Minho era más celoso que Jeongin.

- Cállate.

Jeongin es más celoso que Minho?

- Cierto, me calló, vos tenés un récord por ser el novio más celoso de Seungmin.

- Que gracioso.

Ah, cierto, sigo acá.

- Disculpen, ya me voy.

- Espera! Seungmin.

Que diga que me quedé, que diga que me quedé.

- Te gustaría comer con nosotros? Después podría acompañarte a tu casa, si no te molesta.

Siiii!!!

Me va a acompañar a mi casa!!!

Qué opinas de eso, consciencia?

Opino que parece que te sigue gustando Minho.

Que? No, no, no, es solo que no quería ir solo a casa.

O si? No, no puede.

Pero y si...?

...

Ay, Dios... No! No, no!

- No!

- Está bien...

- No, no, quiero decir si, si quiero comer con ustedes.

- Yo no quiero estar entre ustedes dos, capaz y terminan besandose y... No! Que asco! Voy al baño mejor...

Y ahí se fue la única razón para no estar solo e incómodo con Minho.

Aunque capaz no sea tan malo estar solo con él.

- Ese chico... Y si nos vamos y lo dejamos aquí?

- Qué? No podemos dejarlo.

- Por qué no? Sería divertido.

- Y si se enoja demasiado?

- Seguro estará enojado, pero no te preocupes, no tanto como lo estaba tu novio.

- Pero...

- No lo pienses mucho, vamos.

Ya ni responder pude porque me jalo hasta afuera del restaurante.

Nos quedamos viendo desde afuera hacia donde estaba su mesa, esperando que Hyunjin viniera.

Cuando fue hasta la mesa y no nos vio, nos busco por todos lados, se veía su cara de enojó, y más cuando nos vio afuera riéndonos de él.

- Ya nos vio! Corre!

Como aún seguía un poco mal de la rodilla, Minho tomo mi mano al correr.

Y sentí muchas cosas que nunca sentí en el tiempo que llevo con Jeongin...

Ya no recordaba lo suave que es su mano.

- Corran y huyan todo lo que quieran, me sé el número de tu tarjeta, Minho!

Me voltee un poco y ví que tenía la tarjeta de Minho en la mano.

Sé que es esa porque nadie tiene la tarjeta toda llena de corazones dorados.

Soy culpable, yo los pinté.

Me detuve, y él también, viéndome confundido.

- No deberíamos volver?