Capítulo 32

4 0 0
                                    

¿Qué es real?

Ya no solo estaba triste, ahora el sentimiento de coraje conmigo mismo estaba presente, había sido tan estúpido al enamorarme de la persona equivocada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ya no solo estaba triste, ahora el sentimiento de coraje conmigo mismo estaba presente, había sido tan estúpido al enamorarme de la persona equivocada.

Como pude, agarré aquel tuvo plateado, pegándole en brazo a él, para mi sorpresa solo se quejó distrayéndolo un poco. Aproveché a limpiarme las lágrimas de mis ojos.

Ella solo se mantenía detrás de aquella puerta rosada, no creía que hiciera nada, pero si lo hubiera hecho hubiera arreglado un poco mi corazón roto por ella misma.

Todo se había convertido en un infierno en tan solo horas.

Al recuperarse del pequeño golpe que logré darle, sentí un gran impacto en un costado de mi abdomen, posterior de un dolor punzante. Ardía mucho y podía sentir algún líquido que resbalaba debajo de mi camisa blanca de polo.

Mi mirada se nubló por un instante, el corazón ya no era lo único que dolía, y no sabía que lastimaban más, una cosa o la otra.

Presioné el costado, ejerciendo presión. Dolía aún más, pero espero que funcione.

El dolor era tan fuerte que no recordaba haberlo sentido en algún punto de mi vida.

—¡Aaaah!— El piso se me movió y, como puedo, lo empujo hasta derribarlo. Tambaleo, pero me acerco a él con el tubo en mano, pegándole una vez, al momento de alzar mi brazo el dolor solo intensificó.

Él se paró, sentía mi muerte cerca. Tenía todas las ventajas de ganar, no parecía lastimado, le salía un par de horas por la nariz, pero nada más.

Siento que me desmayaré, antes logro observar varias personas uniformadas apareciéndonos como ángeles, yo sonreí y mi vista se nubló.

«Ya voy a casa, mamá» pensé.

Un señor de pelo corto, delgado y alto se acercó a mí, recargando mi peso en su cuerpo. Estoy seguro de que de no ser por aquel disparo lo hubieran arrestado.

El culpable de todo esto decidió acabar con su vida, de un disparo directo a la garganta.

¿Por qué no lo impidieron?

Mis ojos se cerraron poco a poco, aunque traté de mantenerlos abiertos. Dolía todo de mí, desde lo más físico hasta mi alma, y sentía gotas caer por mi frente, aunque temblaba del frío.

Al salir de ese lugar, el aire frío golpeó todo mi cuerpo, despertándome. Pide observad miles de luces rojas y azules se encontraban en el sitio auxiliando a toda la gente.

«Lo logramos, Zayda. Los salvaste»

Fui subido a una camilla, y antes de subirme a lo que suponía era una ambulancia, la señora que desde un principio le habló a Zayda, se acercó a mí. Agradeciéndome. Yo asiento, me siento muy cansado.

Cierro los ojos para que lo último que escucho no impactara como bala.

—Ella no está viva.

Una lágrima baja por todo mi pómulo, y un beso en mi mano tomada por una piel vieja es plantado.

Una lágrima baja por todo mi pómulo, y un beso en mi mano tomada por una piel vieja es plantado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
AQUÍ ESTOY [DISPONIBLE EN INKITT]Where stories live. Discover now