Después

4 1 0
                                    

Elena:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Elena:

Han pasado unos cuantos días desde aquel suceso. Johana sabe de mí, y mi familia también.

Elena, tu papá fue encontrado sin vida.

Mensaje que acabo de recibir por parte de mi madrastra.

Sin creerlo, el que no solo yo —y mis cómplices— lo sepa, es aterrador. Al mismo tiempo que liberador, y agonizante. ¿Por qué?

—Bueno —contesto.

—Hija... Yo-yo iré a reconocer el cuerpo, puedes... Quedarte con los niños, por favor —Johana, no para de gimotear, no entendía, pero algo dentro de mí, demasiado enterrado, dolía.

—Claro, no tienes por qué preguntar— acepto, —¿cómo estás?— indago en el mismo momento donde una pequeña y casi invisible lágrima caía por mi ojo.

—No contesta el teléfono... No quiero que sea él, Elena. Estoy rogando que no lo sea— No paraba de llorar.

¿Qué haz hecho, Elena?

—Voy para allá, tranquila. Algo tuvo que haber pasado para que él... Le pasara eso.

Colgué. No sé con exactitud qué es lo que siento, no se siente bien, ya no. Pero tampoco se siente mal, al menos no tanto.

Limpio mi cara, recojo las llaves y salgo, ni siquiera he pedido un taxi.
Al pedirlo y saber que en cinco minutos estará afuera me siento en mi sillón.

Estoy feliz por este logro, los domingos que mi padre me daba, vender cosas por doquier, trabajar mientras estudiaba, ayudar a gente a cambio de un par de billetes, funcionó.

No fue nada fácil, lo que sí, fue demasiado agotador, pero ahora podré descansar, hice lo que tenía que hacer.

La aplicación me informa que mi taxi está por llegar, antes de salir tomo un vaso de agua, mi garganta está seca.

—Elena— la voz de mi mamá resuena por arriba, al subir mi mirada la veo. Está tan linda como la última vez que la vi— Te cegaste... Te dije que pararás y ahora, Elena, ¿qué haz hecho?

—Ahora no, mamá. —Me siento perdida.

Salgo de la casa. Han pasado veinte minutos y aún no llegamos. El tráfico está terrible.

Al cabo de diez minutos más he llegado.

—¡Elena, llegaste!— Johana corre a mis brazos y su abrazo es tan fuerte que siento me deja sin respirar. ¿Lo sabes?

—Johana... Me lastimas— digo, con miedo.

—Perdón, solo necesito un hombro en que llorar, Elena... Entra, quiero contarte algo.

Al entrar todo se ve más claro, como si ya no hubiera algo malo, algo del que temer.

Solo de mí.

Karma ★ [EN EDICIÓN] YA EN BOOKNET Where stories live. Discover now