La Imagen tras el espejo

0 0 0
                                    

Todo empezó hace un tiempo atrás, nos acabábamos de mudar con una amiga muy cercana a un edificio de renombre, cerca de la capital

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todo empezó hace un tiempo atrás, nos acabábamos de mudar con una amiga muy cercana a un edificio de renombre, cerca de la capital. Era un otoño, uno de esos que traen consigo noches más largas y más frías.
Significaba un nuevo comienzo en nuestras vidas, nuevos retos y aventuras, una nueva página en la historia de nuestras vidas; aquellas que comenzarían a cambiar desde el primer día.
Habíamos visitado muchas universidades; con distintas opciones, muy variadas que a su vez nos parecían algo parecidas en común. No nos llamaban tanto la atención.

- ¡Al fin! – fue nuestra exclamación al haber encontrado la universidad perfecta, tenía todo aquello que buscábamos y por sobre todas las cosas nos quedaba cerca al gran edificio. La situación perfecta en un momento indicado, pensamos nosotras.

Con tantas cosas que ordenar, y tantas otras por conocer; nos habíamos olvidado de algo importante, encontrar un trabajo. La ciudad nos brindaba miles de oportunidades, teniendo en cuenta las carreras que cursábamos en ese momento. Era genial, solo nos faltaba buscar y asentarnos, nada más.

Unas semanas más tarde, al volver de la universidad, con Lucila decidimos ir de compras a un mercado cercano. Aprovechando que era temprano y que los últimos rayos de sol no habían bajado.
Lu, como yo la llamaba, se había parado enfrente de un gran espejo; admirando su reflejo, obnubilada por la gracia y el porte de quién la reflejaba. Llamé su atención al verla tan ensimismada;

- Lu, vámonos – Dije, pero no obtuve respuesta, insistí nuevamente. Lu ¡Vamos! Dije nuevamente, tocando su hombro.

- ¿Eh? Sí, vamos.

Desde ese momento, la noté algo rara, prácticamente no comía, no podía concentrarse. Realmente me preocupé, llegué a pensar que en los momentos en que nos separábamos la intimidaban o algo. Pero jamás me llegaron noticias sobre algo así. Era realmente raro, no sabía que era lo que ocurría en su cabeza. Pero aseguro que algo bueno no era.

Tras un par de semanas volvió la tranquilidad, Lu era la de antes. Comía, reía, salía conmigo y otras amigas.
Nos empezamos a preparar para los exámenes finales, que desgraciadamente se iban acercando. Estudiábamos juntas hasta el amanecer, entre funciones e interrogantes, la mente se nos volaba al igual que la hora.

Al ver que se nos dificultaban algunos temas, decidimos crear un grupo de estudio; éramos cinco chicos, tres chicas y dos chicos. Nos fue bastante bien, puesto que ellos sabían más cosas que nosotras. Eran buenos explicando temas que nos eran imposibles de entender, solían realizar las fórmulas más difíciles para luego explicárnoslas, pacientemente una por una.

En eso una de las chicas, me pide pasar al baño, pregunta dónde está y yo la dirijo al lugar, le digo que utilice lo que necesite, que no hay problema. Yo vuelvo con los chicos a la sala.
Luego de unos minutos al ver que Jess no volvía, toqué la puerta del baño. Detrás de ella, podía oír unos susurros, pero no me encontraba segura de que era. Golpeé la puerta más fuerte, los susurros pararon. Ella abre la puerta. – Ya terminé, puedes usarlo. Pero cuidado con el espejo. – Yo me pregunté, que tiene el espejo, ¿no? No veía nada raro en él, así que lo deje pasar. Volví a la sala.

- ¿Qué pregunta toca?

- La décima creo, no estoy seguro. – Dijo Alan, frotándose los ojos.

- ¿Será mejor ir a dormir? Estamos cansados, les prepararé los colchones y frazadas. – Dije en voz alta.

- Dejame que te ayude, Liz. – Dijo Demian levantándose del suelo. – Terminarás más rápido si alguien te da una mano.

- Gracias. Sería de mucha ayuda.  
- No hay de qué.

Después de preparar todo, apagamos las luces y nos fuimos a dormir, yo esa noche como nunca, tuve unas pesadillas tremendas.

Era un pasado, no muy lejano; me encontraba en un jardín, lleno de flores, con árboles altos y frondosos. En un momento determinado se alza una gran tormenta, de la cual huye hasta el último animal buscando resguardo. Del cual yo carecía. Corriendo llegué a un techo, de una vidriera, me di vuelta y observé un espejo, de gran porte, que obsequiaba un reflejo impresionable a la vista. Di vuelta una y otra vez mirándome en él, al darme vuelta por última vez, vi que la imagen había cambiado de cierta forma, era yo, pero a la vez no. No sabría explicarlo, me tenía congelada, no podía reaccionar a esa imagen. Se iba acercando lentamente, murmurando, sollozando, luego arañando el vidrio que nos separaba; todo a su vez comenzó a vibrar, los ruidos aumentaban minuto a minuto, al punto de ser insoportables. Todo allí era grotesco, burlón, decía que era un sueño, pero al mismo tiempo se sentía tan real que llegaba a calar y petrificar cada hueso de mí cuerpo y mi ser. El rostro cada vez más deformado, más cambiado, hasta llegar a ser irreconocible, ese no era mi reflejo. No podía ser yo.

Al otro día me despertaron los rayos del sol, además de unos gritos. Algo había pasado y se oía muy cerca de donde estaba, mis ojos se abrieron de repente, esos gritos provenían del baño.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué gritan desde tan temprano?

- Liz, míralo con tus propios ojos.

- Oh por dios. No es posible.

- Ya llamamos a la policía, no puedo creerlo. La noté rara, pero esto…

- No, dios no… El espejo, ¿vieron el espejo verdad?

- No puede ser, que porquería, ¿Dónde se mudaron chicas? ¡Busquen otro lado! – Dijo Alan alterado. En el espejo decía; no pueden escapar de su reflejo.

- No pueden escapar de su reflejo. – Lu había repetido esa frase, pero quien la dijo no parecía ella, su voz no era la misma que la de mi amiga.

- Lu, qué demonios. Nos vamos de acá, no quiero terminar como Jess.

- No podrás evitarlo. Ellos nos siguen. Hasta en los sueños. ¿O no Lizbeth?

- ¿Eh? No entiendo -  tuve una pesadilla, sí, pero es solo eso.

- Los sueños siempre son algo, y ellos invaden donde están los puntos más débiles.

- ¡Lucila! ¡Reaccioná! No sos vos.

- ¿Y vos sos vos? ¡¿No serás el reflejo detrás del espejo que querrá matarnos y atormentarnos a todos!?

- ¿Cómo podés pensar algo así de mí?

- Te conozco, “Amiga”

- Te estás equivocando. No sabes que decís.

- Míralo con tus propios ojos, Liz.

Había miles de espejos. De distintos tamaños, colores y grosores. Pero había uno en especial que cautivaba mi atención a pleno. Era el de mi sueño.

- Juguemos un pequeño juego mi querida amiga. Si logras encontrar mi imagen tras el espejo los dejare libres. Tenés tres intentos, Alan, Demian y yo. Intentá no equivocarte.

- No quiero esto, y menos que haya más gente implicada.

- Mi juego, mis reglas, ¿o acaso querés que los mate a todos ya? No sabés lo que es la diversión.

- ¡No quiero que mates a nadie!

- ¡Entonces adivina! Tres chances o nada, ¡elegí!

- ¡Demonios! ¡el de la izquierda!

- Ups, ¡qué mal amiga! Adiós Alan, un gusto el haberte conocido. – Terminada esa frase, el espejo se rompió y con él un grito desgarrador. Había matado a Alan.

- Demonios – Dije llorando, tenía demasiado miedo a esta altura. – ¿Qué más querés que haga? ¿Qué querés de mí?

- Sigamos, sin preguntas. Qué más eligís Liz, apurate.

- ¡El del medio! Dios no puedo más. – Para mí maldita suerte. La imagen detrás del espejo no era Lu, sino Demian.

- Ah bueno, qué fácil me la hiciste, perdiste mi preciada amiga. Ya no hay oportunidad, adiós.

Así fue como terminé, atrás del espejo. Sin saber que me espera si el cielo o el infierno, aunque más infierno y peor que el que viví, no creo que exista. Dicen que los espejos reflejan el alma de las personas, no había notado las señales que ella me enviaba, yo misma me metí a ese infierno, con esa persona, de la cual no supe más. Pensé que la encontraría en otro sueño, pero no. No volvió.

****

Últimas noticias:
Se han encontrado el cadáver de 4 jóvenes, en la mañana de este domingo los vecinos habían denunciado gritos y golpes, también sonidos a espejos rotos. Aun no se han indicado la razón de su muerte, los cadáveres se encuentran sin identificar. En el espero alguien dejó escrito: “No pueden escapar de su reflejo.” En otras noticias….
       

                                       ***************

Hola 🔆 otra historia. Espero les guste y le den amor 😍 voy subiendo a medida que puedo para ir actualizando.

Les mando un saludito enorme y que el sol brille para cada uno de ustedes! 🔆🔆🔆

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 16 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cuentos Cortos Para No Dormir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora